vitoria. Los grupos de delincuencia organizada aún no han establecido sus sedes dentro de Álava, pero su actividad sí que se deja sentir dentro del territorio "en diversos campos". Se desplazan desde provincias limítrofes, ejecutan sus golpes y se retiran inmediatamente, lo que, tal y como pone de relevancia la Fiscalía alavesa, dificulta enormemente su persecución y captura. A partir de la información recabada por la Ertzaintza, el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Josu Izaguirre, ha podido determinar que existen cuatro organizaciones de origen georgiano dedicadas a robar en domicilios alaveses, tres grupos de origen rumano especializados en robos a empresas y dos bandas más, una de kosovares y otra de búlgaros, cuyo ámbito de actuación se circunscribe a Rioja Alavesa.
En lo que respecta al primer colectivo, el dedicado a desvalijar pisos, la Fiscalía tiene conocimiento de que se trata de cuatro grupos diferentes de personas, todas ellas de origen georgiano y cuya residencia declarada se ubica en Barcelona. Al parecer, realizan desplazamientos "puntuales y perfectamente estudiados" para cometer sus robos.
Los agentes de la Ertzaintza recuerdan el caso de una pareja de ciudadanos, originarios de una de las repúblicas satélite de la extinta URSS y residentes en Barcelona, concretamente en una de las zonas nobles de la ciudad muy cerca del parque Güell. Ayudados por otra pareja, planearon y ejecutaron un lucrativo asalto a una vivienda de Lakua después de que su red de informadores les confirmara que en la misma se guardaban joyas de gran valor. Sin embargo, el golpe se torció cuando una vecina les vio salir de la casa y llamó a comisaría facilitando su descripción. Cinco minutos más tarde eran interceptados y aunque trataron de deshacerse del botín arrojándolo a un contenedor, fueron detenidos.
Llegado el día del juicio, acudieron a los juzgados impecablemente vestidos con ropa de marca de la cabeza a los pies y con un abogado de gran prestigio. El letrado llegó a un acuerdo y pasaron una breve estancia de pocos meses en la cárcel. Ambos regentaban una empresa de construcción perfectamente establecida en Cataluña, con lo que su situación era regular. Al disponer de los papeles de residencia, resulta casi imposible dictar orden de expulsión contra ellos.
La Ertzaintza también ha detectado la actuación de otro grupo, esta vez integrado por ciudadanos de origen rumano, especializados en asaltar empresas asentadas en polígonos industriales, "preferentemente de la periferia de Vitoria". Los agentes tienen localizados a cuatro delincuentes de esta nacionalidad especialistas en asaltos de cierta magnitud. Todos residen en Bizkaia. Dos de ellos son familiares entre sí y residen en Portugalete. Acostumbran a acercarse a la capital alavesa de cuando en cuando para localizar posibles objetivos. Les gusta actuar en empresas o si no en bares. Suelen practicar un butrón en la pared de una nave industrial para desvalijar la caja fuerte y el almacén de una firma o reventar la persiana de un bar y arrasar con todo lo que encuentran a su paso. Dos de ellos, viejos conocidos de los patrulleros, han sido vistos recorriendo las calles de Vitoria a bordo de un Audi A6 en diversas ocasiones.
La Fiscalía da cuenta, igualmente, de una banda de kosovares y de otra de búlgaros que se dedican a perpetrar las mismas fechorías pero en otro punto del mapa alavés, seguramente para no tenérselas que ver con la competencia. Se han especializado en robar en Rioja Alavesa y su modus operandi ha llamado la atención de las autoridades. Se trata de un método "muy sofisticado", ya que en los vehículos empleados en los atracos se ha descubierto un sistema de captación de señales de vídeo procedentes de cámaras que los propios grupos instalaban en los lugares en los que tenían pensado actuar para poder vigilar "con absoluta impunidad" la actividad y los horarios de sus potenciales víctimas.
Finalmente, la Fiscalía alavesa destaca la actividad de varios grupos "normalmente de procedencia latinoamericana", dedicados a robar a personas mayores a la salida de entidades bancarias de Vitoria. Su forma de operar consiste en que uno o varios miembros de la banda controlan el interior del local. Cuando localizan a una víctima que sale con dinero en efectivo, avisan por teléfono móvil a sus cómplices, que se encuentran en el exterior. Una vez que el objetivo sale del banco, le siguen hasta un lugar alejado y allí cometen el atraco de la forma más sutil posible. Suelen actuar en parejas y, mientras uno distrae a la víctima, el otro le vacía los bolsillos. Entre los meses de junio y julio de este año, la Ertzaintza recogió 14 denuncias por hechos similares.