vitoria. La polémica que precedió al debut televisivo del Rey Juan Carlos I en ETB no hizo ayer sino aumentar entre la clase política vasca y refrendar las posiciones de cada bloque una vez conocido el contenido del mensaje de Nochebuena. Los partidarios de esta iniciativa (PSE, PP y UPyD) compartieron la apuesta del monarca por la unidad de las formaciones ante los problemas que acucian a España y su defensa sin fisuras de la Constitución como marco referente. Por el contrario, las fuerzas nacionalistas hicieron hincapié en las ausencias que constataron en el mensaje real en aspectos como el secuestro de la tripulación del Alakrana o la implicación de la Casa Real en la resolución del conflicto vasco.

Tan diferentes como el día y la noche, la cascada de reacciones volvió a fijar las posiciones de cada partido y dejó patente que la brecha sigue dilatándose siete meses después de que el actual Gobierno Vasco tomara las riendas de la Administración autonómica.

El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, destacó, como punto de arranque que eligió Televisión Española para seguir el mensaje del Rey, "que es donde se ven estas cosas". A partir de ahí, vinculó el contenido del discurso a un "candoroso ejercicio de fabulación" ante la grave situación económica y de falta de empleo que atraviesa el Estado. A esta listado de déficits, Erkoreka sumó la existencia de "territorios desafectos, tribunales desprestigiados y una crispación política que enfrenta crudamente al Gobierno y la oposición".

En este contexto, añadió que si lo único que se hace es "una apelación a la unidad y tenacidad compartidas como garantía última de que la resolución de estos problemas es posible y que la tenemos al alcance de la mano, nos parece sencillamente un voluntarismo irreal".

En una línea crítica similar, Aralar sostuvo que el discurso del monarca es un "calco" al del ejercicio anterior: "vacío de contenido y sin concretar nada, como nos tiene acostumbrados". El número dos de la formación abertzale, Jon Abril, aseguró que su partido está "harto" de que "la solución a todos los problemas que tiene la sociedad, tanto vasca como la española, tenga que pasar por el marco de la Constitución".

Asimismo, criticó que, ante la violencia y "el conflicto político vasco", el Rey "vuelve a darnos las mismas recetas, la vía policial", e, incluso, "obvia lo más elemental para la resolución de cualquier conflicto, incluido el vasco, que es el diálogo".

La dirección de Eusko Alkartasuna fue contundente al señalar que "lo único que hubiera tenido interés habría sido el anuncio de su implicación en la resolución del conflicto político vasco", mientras que Ezker Batua criticó al monarca por leer un discurso "escrito" por el Gobierno de Zapatero con la única intención de "apuntalar" al PSOE en el Ejecutivo.

"no es una victoria de españa" Entre los aludidos, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, declaró que la emisión del mensaje por ETB "no supone ninguna victoria de España contra Euskadi como algunos han querido interpretar", sino que es "expresión del reconocimiento que se debe a una Constitución que por mucho que algunos se empeñen no es ajena a la CAV".

Y en cuanto al contenido, valoró el llamamiento "reiterado" del monarca a la unidad "de las fuerzas políticas, de las comunidades autónomas y de los agentes sociales" para hacer frente a la crisis. A su juicio, es un mensaje "muy claro para el principal partido de oposición, que debe entender que por encima de las legítimas diferencias políticas, por encima de las estrategias electorales, está el interés de los ciudadanos y que todos debemos arrimar el hombro".

Leopoldo Barreda (PP) también compartió esta apelación a la unidad y calificó de "muy positivo" el mensaje del Rey porque es "coherente y coincidente" con el sentir de los ciudadanos, que "perciben la Constitución como garante de libertades" y que tienen como, "primera prioridad", hacer frente a la crisis.