copenhague. EEUU ha conseguido un "acuerdo significativo" con China, India y Sudáfrica para un pacto contra el cambio climático en la cumbre de la ONU que se clausuró ayer en Copenhague, según informaron fuentes de la Casa Blanca a última hora de ayer. El anuncio llegó cuando todo parecía presagiar que la cita iba a ser un rotundo fracaso por las diferencias casi insalvables entre los países, sobre todo por entre los dos bloques de ricos y pobres.

Un alto funcionario estadounidense indicó que el acuerdo obtenido no es en sí suficiente para luchar contra el cambio climático, pero sí representa "un primer paso importante". El pacto aporta un mecanismo para supervisar y verificar los recortes de emisiones en los países en desarrollo pero fija unos objetivos menos ambiciosos de lo que esperaban inicialmente EEUU y los países europeos, según las fuentes.

"Ningún país está enteramente satisfecho con todos los elementos pero se trata de un paso hacia adelante histórico y un comienzo para construir un mejor futuro", afirmó esta fuente. "No es suficiente para combatir la amenaza del cambio climático pero es un importante paso adelante". De hecho, los objetivos de reducción de emisiones de CO2 para 2020 no se decidirán hasta enero. El proyecto de declaración que discuten hoy los negociadores internacionales en la Cumbre de la ONU de Copenhague omite el año 2010 como fecha tope para firmar un nuevo acuerdo sobre cambio climático.

Uno de los representantes de Brasil en la cumbre del clima en la capital danesa señaló que "no es el resultado que todo esperábamos porque muchas cosas quedarán para una reunión el año que viene".

En su discurso de la mañana, Obama hizo un llamamiento a la acción contra el cambio climático, pero no presentó ninguna propuesta nueva que permitiera salir del punto muerto. Aseguró que "viene a actuar, no a hablar" y subrayó que Estados Unidos "está preparado para alcanzar un acuerdo hoy -por ayer-, pero si todas las partes se mueven".

En parecidos términos, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, apeló este viernes a un "milagro" para alcanzar un acuerdo y, por primera vez, anunció que su país está dispuesto a hacer un "sacrificio" y colaborar en el fondo de financiación para que los países pobres y vulnerables puedan hacer frente al cambio climático.

A la espera de conocer los detalles concretos del acuerdo, ayer circularon varios borradores. El último, que consta de 12 puntos, fija dos grados centígrados como la subida global de temperaturas máxima para evitar graves interferencias en el clima, aunque señala que el acuerdo será revisado en 2016, cuando se podría limitar esa subida a 1,5 grados, petición de los países más amenazados por el cambio climático. El documento propone una reducción global de emisiones del 50% en 2050 por debajo de los niveles de 1990 y no señala una fecha para que las emisiones alcancen su pico máximo antes de comenzar a descender.