WASHINGTON. El senado de Estados Unidos admitió a debate este sábado (madrugada de ayer en España) la propuesta de reforma del sistema sanitario norteamericano presentada por el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid. La Cámara Alta norteamericana aprobó la admisión a debate de la propuesta gracias al voto unánime de los 60 senadores demócratas.

El proyecto de reforma del modelo sanitario norteamericano, que costará en torno a 848.000 millones de dólares (570.660 millones de euros), se ha convertido en el principal caballo de batalla en política interna del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

De los 40 senadores republicanos, que se han opuesto con fervor a la propuesta en los últimos meses, sólo uno se abstuvo y el resto votó en contra. La votación de este pasado sábado era el primero de los obstáculos a los que se enfrenta el proyecto de reforma en la Cámara Alta, ya que los demócratas necesitaban el apoyo de 60 de los 100 miembros del Senado y ni siquiera contaba con el respaldo explícito de las senadoras demócratas Blanche Lincoln (Arkansas) y Mary Landrieu (Luisiana).

Ambas representantes demócratas anunciaron públicamente su apoyo a la admisión a debate de la propuesta el mismo sábado, apenas unas horas antes de que se sometiera a votación en el Senado. Lincoln aseguró que era "más importante iniciar" el debate "para mejorar el sistema sanitario de todos los estadounidenses" que "rechazar la propuesta" y "alejarse" de este asunto.

"He decidido que hay reformas y salvaguardias lo suficientemente significativas para seguir adelante, pero se debe trabajar mucho más", afirmó Landrieu antes de la votación. "Es un voto para seguir adelante, para continuar con la labor esencial, importante e imperativa que está en marcha", añadió.

el siguiente paso El Senado comenzará a debatir el modelo propuesto por los demócratas el próximo 30 de noviembre, y se espera que el proceso se prolongue durante al menos tres semanas. Una vez que se apruebe el texto, esta vez por mayoría simple, el proyecto pasará a ser examinado por un comité del Congreso que intentará conciliarlo con el aprobado recientemente en la Cámara de Representantes.

Ambas serán combinadas en un borrador final de consenso que, a su vez, deberá ser nueva y definitivamente aprobado por cada cámara antes de recibir la confirmación definitiva con la firma del presidente Obama.

La propuesta final de Reid redactada tras no pocas concesiones a senadores de su propio grupo, guarda muchos parecidos con la propuesta de la Cámara de Representantes, en particular sobre los nuevos requerimientos que se impondrán a las aseguradoras y la creación de "mercados de intercambio" donde los trabajadores autónomos podrán comparar distintos planes de cobertura, entre los que destaca la gran clave de la propuesta, la conocida como "opción pública" que ha sido categóricamente rechazada por las aseguradoras privadas.