vitoria. El Parlamento Vasco asistió ayer a una clase magistral sobre todo lo que representan las banderas y hasta qué punto recogen, en una combinación de formas y colores, las diferentes sensibilidades de aquellos a quienes representan. El consejero de Interior Rodolfo Ares y el parlamentario del PNV Mikel Martinez se acusaron mutuamente de haber iniciado de forma interesada la polémica sobre el cambio de distintivos en los uniformes y vehículos de la Ertzaintza, en lo que supuso una batalla más de la guerra política sobre los símbolos que mantienen socialistas y jeltzales de un tiempo a esta parte.

Tanto Ares como Martinez se mostraron convencidos de actuar desde el más exquisito rigor administrativo, y acusaron al contrario de introducir una profunda carga ideológica en la cuestión en un vano intento de homogeneizar el sentir de la sociedad vasca.

En cuanto al respeto a las normas a la hora de mantener la ikurriña con orla y la E gótica o implantar la bandera estatutaria, la cuestión no tiene demasiado recorrido. Ares alega que el gasto de 15.000 euros en 10.000 nuevos distintivos para los uniformes corrige un supuesto error del anterior consejero, Javier Balza, quien al parecer no tenía potestad en virtud de la Ley de Policía para adoptar los modelos del Gobierno del lehendakari Agirre. Martinez replica que la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi avaló la orden de 2007 que estableció el cambio de símbolos.

Ésa es la forma. El fondo de la cuestión es que para el PNV, la normalidad que los socialistas quieren devolver a la Comunidad Autónoma Vasca no es sino un intento de "borrar cualquier símbolo que rebase los niveles de permisividad que están marcando con todo lo relacionado con la señas de identidad del pueblo vasco".

Ese límite a la expresión de la identidad vasca, además, no lo marca el socio preferente de los socialistas, el PP. "Lo hacen por puro convencimiento y por el capricho de hacer desaparecer algo que pertenece a nuestra historia", aseguró Martinez. Así pues, es el Gobierno de Patxi López el que "ha generado un problema donde no lo había" por intereses ideológicos.

"Nosotros no estamos utilizando la ikurriña como arma arrojadiza o para hacer uso partidario de ella. Seguramente ustedes no pueden decir lo mismo", replicó Ares al parlamentario del PNV, un partido que, según el consejero de Interior, "confunde Partido Nacionalista Vasco con pueblo vasco", y cree que todas las medidas que adopta el PSE llevan un mensaje implícito hacia su predecesor en la Lehendakaritza.

"Todo lo interpretan como si se afearan conductas del pasado", reprochó el consejero, quien dijo comprender que la ikurriña enmarcada en la orla y la E "sean apreciadas por una parte importante de la sociedad" aunque, según subrayó, no dejan de ser "símbolos de parte".

legitimidad En todo caso, Ares reivindicó su legitimidad para acometer los cambios que considere oportunos, y por ello la implantación de la ikurriña según las cánones que establece el Estatuto de Gernika seguirá adelante. Irregularmente, según Martinez, quien criticó que la medida se empiece a aplicar sin haber sido publicada la orden correspondiente en el Boletín Oficial del País Vasco. El parlamentario del PNV teme que haya "una intención de mayor calado" en el ejecutivo autónomo, habida cuenta de que hay una partida de 300.000 euros cuyo destino desconoce.

Ares, por su parte, aclaró que aún no se ha tomado una decisión sobre una eventual modificación de los distintivos profesionales de los ertzainas, y explicó que ha acordado con los sindicatos abordar en un plazo de tres meses la posibilidad de ordenar nuevos cambios en los uniformes, llamados, dijo, a mejorar la de seguridad y comodidad de los agentes.