huesca. La tercera jornada del juicio por el asesinato del alcalde de Fago, Miguel Grima, contó ayer con la declaración de 19 personas, entre ellas varios peritos que no han dudado al afirmar que el ADN de los restos orgánicos encontrados en el coche del regidor corresponden al perfil del acusado, Santiago Mainar.
La vista concluyó pasadas las 13.30 horas después de declarar varios guardias civiles, facultativos del Instituto Nacional de Toxicología y los dos médicos forenses que realizaron la autopsia, quienes aseguraron que Miguel Grima murió de forma inmediata debido a las heridas cardíacas provocadas por un único disparo efectuado a una distancia de unos siete metros, aunque el cuerpo también presentaba lesiones en pulmones, hígado, bazo y estómago.
Asimismo, hicieron hincapié en que las cataratas que sufre Santiago Mainar, único acusado del crimen, no le impedirían haber reconocido al edil y su coche, y tampoco efectuar el disparo que acabaría con la vida de Miguel Grima. Las personas con cataratas -según explicó- no ven las figuras bien definidas, ni con colores, y hay cierta descoordinación entre planos, "pero se ve", e incluso mejor por la noche, ya que la pupila está más dilatada y entra más luz, por lo que ven mejor, han insistido.
También declararon los agentes de la Guardia Civil que hicieron el estudio de ADN de los restos orgánicos encontrados en el turismo del alcalde de Fago, y aseguraron que es 8.000 billones de veces más probable que las muestras pertenezcan a Mainar que a otra persona. De la sangre y los restos orgánicos encontrados en la parte superior del volante, en la palanca de cambios y en el freno de mano del coche de Grima se obtuvo un "perfil limpio" que se correspondía con el de Mainar, por lo que sin duda esta persona entró en el vehículo. El lugar donde se produjo el asesinato del alcalde de Fago fue otra de las cuestiones clave. Según varios agentes de la Guardia Civil era el "idóneo" para una emboscada y se necesitó un estudio previo para su elección.
A juicio de los agentes, se habían tenido en cuenta varios factores: la cobertura del móvil, la anchura de la carretera para maniobrar un vehículo, la capacidad de sorpresa, la cercanía de otros caminos, la visibilidad y la distancia del escondite a la calzada, por lo que "la elección no fue casual", subrayaron.