La primera propuesta, mañana mismo, nos lleva a Nafarroa. Concretamente, a Artazulo, el barranco del Udarbe, un río generoso pero, a la vez, modesto, que no se hace notar hasta algo después, en el manantial de Arteta, “nacedero espectacular que, desde 1895, junto a las aguas del Arga y el manantial de Subiza hidrata a Iruñea”, como nos cuentan los autores de la ruta. También nos advierten Mar y Juan Carlos de que las vistas más bellas se reservan a las águilas culebreras, los buitres leonados... y los barranquistas más expertos. Pero el común de los caminantes también puede disfrutar de la agreste hermosura del lugar siguiendo las instrucciones para realizar alguno de los dos (o ambos) recorridos que encontrarán mañana aquí mismo.