Una cría de ciervo corre por los humedales de Salburua. Es la escena que capturaron el domingo las cámaras que retransmitían el Tour de Francia y que tenía lugar, como subrayó ayer la catedrática de Estrategia e Innovación en Deusto Business School, Olga Rivera, en una ciudad cuyo 25% del PIB proviene del ámbito industrial. Unas empresas, un entorno productivo, “que en ocasiones vemos como generadoras del problema de cambio climático que tenemos, pero que a la vez han sido las generadoras de nuestro bienestar económico, de nuestro progreso, de la ciencia y tecnología que nos está ayudando a dar respuesta al futuro y que se están preparando para crear nuevos sectores de actividad y están incorporando objetivos de sostenibilidad”.

Así fue el II Foro Green Cities organizado por DNA en el Europa

Así fue el II Foro Green Cities organizado por DNA en el Europa

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El foro Green Cities 2023, Ciudades del futuro, en imágenes Alex Larretxi/Jorge Muñoz

Este fue el punto de partida de la primera mesa redonda con la que arrancó ayer el 2º foro Green Cities, organizado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en el Palacio Europa, bajo el lema Ciudades por y para la ciudadanía. Esta primera mesa precisamente abordó El compromiso de sectores clave de la economía con el presente y futuro de Álava, un diálogo en el que se apuntó a la legislación como “punto de partida de todo cambio social”, en palabras de Oskar Gutierrez, gerente de Escor, pero en la que también se concluyó que el reto de la sostenibilidad, más allá de ese “tsunami normativo” que se avecina en materia medioambiental y que tiene como marco fundamental el Pacto Verde Europeo, debe ser afrontado como “una oportunidad gigantesca” de actividad y negocio.

A este respecto, Gutierrez subrayó como hecho diferencial del territorio alavés el haber adoptado con prontitud una idea de sostenibilidad más integradora, no estrictamente medioambiental, sino que también incluye conceptos como sostenibilidad económica, social, en términos de gobernanza... a lo que se une la circunstancia de poseer un “tejido industrial importante” y un impulso institucional “que ha calado mucho” –se citó por ejemplo el trabajo desarrollado por el que fuera alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda– “y esto ha facilitado que las industrias hayan interiorizado en su ADN ese concepto”.

El protagonismo de las pymes

En este sentido, Olga Martín, directora general de Aclima, apuntó que el sector ambiental está viendo esto “como una oportunidad gigantesca para poder generar nuevas oportunidades de negocio”. De hecho, apuntó Martín, su facturación ha crecido un 12% en Euskadi en el último año. Fuera del sector medioambiental, son las empresas grandes o traccionadas por estas las que “están empezando a ver que tienen que integrar la variable medioambiental como posicionamiento de mercado, pero de momento son pocas”.

Y es que el protagonismo de las pymes en el tejido económico vasco y alavés hace que sea necesario mejorar la información, el apoyo y la colaboración, apuntaron, para avanzar en este reto. Desde la Alianza Alavesa por el Desarrollo Sostenible, Alberto Díaz destacó el trabajo que desarrolla esta entidad precisamente para tejer redes y buscar sinergias dentro del territorio bajo la premisa think global, act local (piensa global, actúa local).

Estrategia medioambiental

María Elisa Arroyo, directora de ESG de Kutxabank, subrayó que esta entidad financiera está incorporando el factor medioambiental, no específicamente a una línea de financiación por ejemplo, sino a toda su línea de negocio: “El mayor riesgo que vemos es que un cliente no mueva ficha en torno a este ámbito”.

Un caso realmente ilusionante para el territorio alavés y para Euskadi es el de Basquevolt, que mira al horizonte de 2027 para poner en marcha en el Parque Tecnológico de Álava su gigafactoría de celdas de batería de litio en estado sólido, una tecnología disruptiva orientada hacia el sector de la automoción, pero también al ferroviario o al aeronáutico; “un pequeño unicornio”, como lo definió gráficamente su senior process engineer manager, Aimar Mendaza.

Este proyecto, que nace de CIC EnergiGUNE bajo la premisa de “construir un mundo sostenible”, aspira a constituirse en un “proyecto vertebrador para Álava y Euskadi”, trabajando con proveedores locales y europeos.