Cruces y caras. Dos versiones. Resurrección. Julen Martija se citó con la derrota en las primeros cuatro compromisos del Campeonato de Parejas. Después, pleno de triunfos. Una marcha triunfal en la alfombra navideña. “Llevábamos tiempo diciendo que lo principal era ganar un partido. Teníamos que llevarnos un punto ya. Como fuera”, analiza el de Sakana. Objetivo: 22.

“Me vino bien, porque hace que te relajes, estés más contento y la semana se haga más corta”, explica el zaguero campeón de 2020 y 2022, experto en números pares. Habla de los estados de ánimo, de la confianza. “En los entrenamientos me sentía bien, pero luego en los partidos...”, incide. 

“Me gusta el frontón, es exigente. José Javier nos pondrá las cosas muy difíciles, porque si goza hace mucho daño”

En los tres duelos iniciales, en los que causó baja Jokin Altuna por problemas en el hombro que aún no han terminado de remitir como él mismo reconoció este martes en la elección del Ogueta, recibieron tres correctivos. Danel Elezkano ocupó la plaza del amezketarra. El cuarto, en Barcelona, en la reaparición del campeón del Cuatro y Medio, fue un 22-21 en contra ante Ezkurdia-Tolosa. “Se nos escapó por un solo tanto. Fue un palo, pero nos centramos en olvidarlo lo más rápido posible”, describe.

Dicho y hecho: 22-11 ante Laso-Aranguren, 22-13 ante Artola-Imaz, 22-9 ante Peña II-Albisu y 18-22 ante Elordi-Rezusta. Paseo triunfal. ¿La razón? “Se trata un poco de todo. Desde luego, ahora me veo mejor de juego, pero es sobre todo por el tema mental. Suelo ser una persona positiva y tranquila, pero los malos resultados acaban afectándote a la cabeza. Cuando no llegan, le das vueltas. Habíamos acumulado varios resultados abultados en contra y eso te lastra”, certifica Martija, quien sostiene que “al principio del campeonato nos dieron como unos de los favoritos, luego pierdes fácil y te pesa”. Más todavía después de que en la edición de 2023 no fuera capaz de dar lo suyo. Replicando la pareja que ganó la txapela de 2020 con Ezkurdia, no alcanzaron siquiera el play-off. “Sufrí de manos y no jugué a gusto. Cuando sucede eso, quieres que llegue el siguiente torneo para mejorar. Más todavía los zagueros, que es prácticamente el único campeonato que jugamos. Sales con más ganas”, certifica el navarro. 

Un antes y un después

La victoria del Atano III supuso un antes y un después. Llevan la mejor racha del Parejas. “Estoy contento, con confianza. Poco a poco nos veo a buen nivel como pareja”, especifica Julen. Han pasado de la última plaza a la cuarta y son firmes candidatos a amarrar el play-off en el corto plazo. “Intento no pensar en la clasificación. Esto va por rachas y hay que aprovecharlas. Uno no puede relajarse”, agrega el de Etxeberri. “Nos entendemos y funcionamos como pareja. Personalmente, me he sentido mejor de juego en otros momentos, pero estoy bien, concentrado. No estamos al cien por cien”, remacha, comparándose con los Altuna III y Martija campeones de 2022. 

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Peio Etxeberria, con fiebre


Altuna III-Martija y Peio Etxeberria-Zabaleta estaban citados este martes en el Ogueta de Gasteiz para seleccionar material de cara al enfrentamiento que les mide el domingo y cierra la novena jornada del Campeonato de Parejas, pero el delantero de Zenotz no pudo acudir al estar afectado por un “proceso febril”. Respecto a la liturgia con las pelotas, los primeros se decantaron por cueros de 105,8, 106,7 y 104,8 gramos, mientras que Zabaleta seleccionó un lote de 105,9, 106,2 y 105,9. “Si nos ganan, se pondrían a un partido. Es una combinación que está jugando muy bien. La mejor en este tramo de campeonato”, reflexiona el zaguero de Etxarren.


Este domingo cierra la novena jornada del Parejas en el Ogueta de Gasteiz ante Peio Etxeberria y Zabaleta, que tienen seis victorias y aura de favoritos. “Me gusta el frontón, es exigente. José Javier nos pondrá las cosas muy difíciles, porque si goza hace mucho daño”, finaliza Julen.