Dani Alves y Joana Sanz siguen adelante con su relación. Así lo han confirmado en sus redes sociales, después de que el exfutbolista saliese este pasado lunes de la cárcel con el pago de la fianza de un millón de euros. El brasileño, que ha pasado un año y cuatro meses en la prisión Brians 2, despeja así las dudas que se cernían sobre su amor con la modelo.

Al salir de la cárcel, Alves se refugió en su vivienda de Esplugues de Llobregat (Barcelona), donde también vivía Joana. Aun así, y tal y como señalan algunas fuentes, ambos se habrían reunido para toma una decisión que afecta a su futuro juntos.

Dani Alves, en libertad pese a su condena por violación EFE

Un detalle revelador

En las últimas horas, Joana Sanz ha salido al paso de todos los rumores y ha subido una foto a sus redes sociales descartando cualquier ruptura. En ella, aparecen su mano y la de Dani Alves entrelazadas, con un tatuaje hecho a bolígrafo en el que pone 1 + 1 = 1.

De este modo, la pareja parece poner tierra de por medio a las especulaciones que apuntaban a una posible separación tras el ingreso en prisión del exfutbolista.

Story de Instagram de Joana Sanz, apretando su mano con la de DanI Alves Instagram: @joanasanz

Otros rumores

Fuentes como Marc Leirado, periodista y amigo de Joana Sanz, señalaron hace tiempo que esta habría abandonado la casa al saber que su pareja recibió la libertad provisional: “No sé lo que va a hacer mañana ni en las próximas horas, pero hasta el día de hoy, Joana no está en esa casa”, afirmó.

“No voy a dar detalles de la relación que tienen porque eso es una cosa que le toca responder a ella, aunque si no está en la casa yo creo que los hechos hablan por sí solos”, explicó Leirado sobre el estado de su romance.

Hace unos días, en el programa ‘Fiesta’ de Telecinco indicaron que la modelo estaría ilusionada con un artista. Sin embargo, Leirado dijo que no daría detalles de su vida privada: "Que dé los pasos que tenga que dar porque tiene que estar feliz. Si algún día conoce a alguien, pues, oye, perfecto".

La fianza de Dani Alves

Según la periodista de ‘Fiesta’, Marisa Blázquez, la fianza de Dani Alves fue pagada por una revista brasileña a cambio de un reportaje: "La revista hace grandes reportajes de gente importante de Brasil, pero también a nivel internacional y lo habría hecho a cambio de un reportaje", explicó.

"Se estaría haciendo una entrevista a modo de video reportaje de la historia de Alves. Además, este habría pedido a Joana que participara. Esto habría sido un adelanto como pago de esa entrevista tipo documental", sentenció, algo que cobra sentido tras ver la reconciliación de ambos.

Eso sí, el pago de la publicación tardó tanto en llegar porque se trataba de una transferencia internacional, algo que conlleva más tiempo para tramitarse: “Hay una serie de requisitos que se deben cumplir”, matizó al respecto.

Dani Alves llega a la casa que compartía junto a Joana Sanz

Dani Alves llega a la casa que compartía junto a Joana Sanz EP/Foto: EFE

Sobre la violación

El pasado mes de febrero, la Audiencia de Barcelona condenó a Dani Alves a cuatro años y medio de cárcel por agredir sexualmente a una mujer en la discoteca Sutton de Barcelona el 31 de diciembre de 2022.

La Fiscalía dijo que Alves y un amigo habían comprado champán para tres mujeres jóvenes antes de llevar a una de ellas a la zona VIP del local, donde había un baño que la víctima desconocía.

En ese momento, según la parte acusadora, la situación se volvió violenta, forzando a la mujer a tener sexo a pesar de pedir marcharse repetidamente. La mujer aseguró que el acto le causó “angustia y terror”.

Dani Alves, durante el juicio. EP

Según la Audiencia, Alves “cogió bruscamente” a la mujer, la tiró al suelo e, impidiendo que pudiera moverse, continuó a pesar de “que la denunciante decía que no, que se quería ir”. Por su parte, el exfutbolista argumentó que la mujer podría haberse ido “si hubiera querido”.

El brasileño, hasta el pasado lunes, llevaba más de un año en prisión preventiva. Además del tiempo en la cárcel, se le impusieron cinco años de libertad vigilada y nueve de alejamiento de la víctima, a la que deberá indemnizar con 150.000 euros.