Las agrupaciones Araba Cazadores Gestión, Asociación para la defensa del patrimonio natural cinegético del País Vasco (ARTIO) y la Unión Agroganadera de Álava (UAGA), presentaron el pasado mes en la Comisión de Caza un plan para intentar solucionar los daños producidos en las explotaciones agrícolas y ganaderas de Álava por las especies de caza mayor. La Diputación Foral valorará el plan y dará una respuesta sobre el mismo.

En la propuesta, UAGA se encargaría de la tramitación de los partes de siniestro, mientras la institución foral contrataría un servicio de peritaje independiente de los daños. Las indemnizaciones se calcularían a finales del año natural o agrícola, basándose en la media de los precios mensuales de cada tipo de cultivo. De esta manera, solo tendrían derecho a indemnización los ATP (Agricultores a Título Principal) y cuando los daños afecten a más del 3% de la superficie de cultivo de la parcela o superen los 230 euros de valor de producción. Se constituiría una mesa de mediación para los casos en que exista desacuerdo con las valoraciones presentadas.

Cabe recordar que en marzo, las cuadrillas de caza mayor de Álava propusieron dejar de controlar especies de caza mayor, como los jabalíes, de forma indefinida, para reivindicar soluciones a las malas condiciones del sector.

“Como una losa”

Según estas cuadrillas, la necesidad de control de las especies de caza mayor (abaten sobre todo jabalíes para que no se multipliquen), “está pesando como una losa sobre los cazadores, que ven cómo una actividad de carácter recreativo se está convirtiendo en una obligación, con unos niveles de exigencia y responsabilidad difíciles de mantener por un colectivo cada vez más envejecido y denostado”.

A ello se une la ley “injusta” que obliga a los cazadores a hacer frente a los daños producidos por los jabalíes en las explotaciones agropecuarias.

También se quejaban del creciente ataque hacia la caza, “impulsado interesadamente desde algunos sectores sociales”, que están provocando la desaparición de muchas cuadrillas de caza “víctimas del desánimo”.

Por ello, planteaban un cese total de la actividad, incluido el control de daños durante la primavera y el verano, “hasta que las instituciones y la sociedad no tomen conciencia de la importancia de su labor en la conservación del medio natural”. También exigían cambios legislativos que les liberen de las indemnizaciones por los daños provocados por las especies de caza mayor y una simplificación de la burocracia para desarrollar el control de especies con las debidas garantías y sin trabas administrativas.