Si eres de los que tienes el armario en el que guardas los productos para la limpieza de la casa a rebosar de botellas, botes, sprays o aerosoles, uno para cada superficie, esta noticia te puede interesar.
En los últimos tiempos se ha popularizado un producto de limpieza, la conocida como piedra blanca, y no es para menos. Se presenta como un sustituto de todos esos productos que abarrotan nuestro armario y, no solo eso, sino que, además, es capaz de limpiar la suciedad de cualquier tipo de superficie de forma eficaz. También es importante destacar sus propiedades desinfectantes y antibacterianas, para una limpieza completa del hogar.
¿Y qué es la piedra blanca? Se trata de un producto natural, biodegradable y ecológico, que se obtiene de mezclar arcilla blanca, jabón, agua, glicerina vegetal y carbonato de sodio.
No contiene productos químicos que pueden ser corrosivos o negativos para la salud. Tampoco tiene ningún tipo de componente tóxico ni dañino para la piel, lo que permite que cualquier persona pueda utilizarlo.
Este producto sirve para limpiar, prácticamente, cualquier rincón de la casa: la cocina, el baño, los suelos, los muebles... Se adapta a todos los materiales y, así, nos permite limpiar, desengrasar y pulir superficies de metal, cristal, aluminio, pvc o cerámica. Se declara como el peor enemigo de la cal, la grasa y el óxido.
Con esta pasta blanca podemos limpiar en la cocina la vitrocerámica, fogones, horno, electrodomésticos, fregaderas, grifos, azulejos o menaje de cocina como platos, vasos, ollas y sartenes. Para terminar con los restos de comida pegados en el fondo de las perolas o en su base exterior, conviene utilizar un estropajo de aluminio. En los baños, dejará brillantes bañeras, retretes, lavabos, cristales o las juntas entre las baldosas.
Los objetos de metal de oro, plata, cobre, estaño o aluminio también se verán las caras con este limpiador. Las manchas de óxido en las ventanas o en la plancha tampoco se podrán resistir a la piedra blanca. También puede devolver su color original a las zapatillas blancas.
En el caso de la vitrocerámica o de la campana extractora de acero inoxidable utilizaremos un paño suave tanto para aplicar el producto como para retirarlo. Nunca debe utilizarse un estropajo que pueda arañar la superficie, ya que quedaría completamente rayada.
Su modo de empleo es muy sencillo. En primer lugar, pasamos una esponja o un estropajo que no raye por la superficie del bote que contiene la piedra blanca hasta que haga espuma. Después aplicamos el producto sobre la superficie que queremos limpiar y, por último, lo aclaramos con un trapo húmedo.
En los últimos años se ha popularizado tanto su venta que podemos encontrar versiones propias en casi todas las grandes cadenas de supermercados. El bote de 600 gramos dura mucho tiempo y cuesta alrededor de 17 euros.