A sus 19 años, Billie Eilish lleva una carrera musical meteórica y es un referente para muchos de sus millones de seguidores. La joven estadounidense acumula récords de precocidad y es la primera mujer de la historia en haber logrado los cuatro principales premios Grammy en la misma edición (lleva siete en total), pero su vida no ha sido siempre un camino de rosas.
Si bien saltó a la fama muy joven, con sólo 14 años, gracias a la canción Ocean eyes que subió a las redes, ahora ha admitido que cuando sólo tenía 11 años fue adicta a la pornografía, que le dejó secuelas de gran importancia. “Estaba increíblemente destrozada, creo que destruyó mi cerebro”, ha asegurado la cantante en una entrevista en The Howard Stern Show, donde ha afirmado que incluso tenía pesadillas debido al contenido violento y abusivo que presenciaba.
“Como mujer, creo que la pornografía es una vergüenza. Seré honesta: solía ver mucho porno”, ha revelado Eilish, que afirma que lo hacía para sentirse “como los chicos de mi edad. No entendí por qué eso era algo malo. Pensaba que era lo que se suponía que me atraía, que era la forma en que aprendías a tener sexo".
La californiana se arrepiente de ese consumo de pornografía debido a la influencia que tuvo en el descubrimiento de su sexualidad. “No me negué a hacer cosas que no eran buenas las primeras veces que tuve relaciones sexuales, y fue porque pensé que eso era lo que se suponía que me debía gustar”.
Además, Eilish ha relatado lo “muy mal” que lo ha pasado al sufrir la covid-19, que le ha dejado secuelas que todavía padece, y ha animado a sus seguidores a vacunarse, porque a ella la vacuna le “salvó la vida”.