Investigadores han tomado dos muestras de hielo de la meseta tibetana de China. En estas se pudieron identificar 33 virus diferentes. Gran parte de ellos son desconocidos hasta este momento.
Los científicos aseguran que la clave para que sigan existiendo es la congelación del lugar. Y de acuerdo a la comunidad de expertos, esto servirá de gran ayuda para determinar con más seguridad cómo han evolucionado los virus a lo largo de los siglos.
Según explica un investigador de la Universidad Estatal de Ohio, “sabemos muy poco sobre los microbios que viven en ambientes extremos”. Además añade que “la documentación y la comprensión de estas cuestiones es muy relevante”.
¿Cómo llegaron hasta el glaciar?
Según explica un investigador del Centro de Investigación Polar y del Clima Byrd, “estos glaciares se formaron gradualmente y junto con el polvo y los gases se depositaron también grandes cantidades de virus”.
Y es que se sabe que los glaciares de esa zona no han sido estudiados a profundidad. Es por eso que estos investigadores se han propuesto estudiar el entorno partiendo de la información extraída.
La explicación por parte de los científicos es que los núcleos de hielo contienen varias capas que se van acumulando año tras año. De esta manera atrapan todo lo que está en el aire en el momento de congelación.
Es así que se crea una línea de tiempo, la cual ha sido utilizada por los expertos para conocer más sobre el cambio climático, los microbios, los virus y los gases.
Y en cuanto al hecho de que estos virus sobrevivieron a pesar de tan bajas temperaturas durante siglos, los científicos tienen una explicación.
El coautor del estudio sostiene que “estos virus tienen firmas de genes que les ayudan a infectar células en ambientes fríos. Estas firmas no son fáciles de extraer, y el método desarrollado para descontaminar los núcleos y estudiar microbios y virus en el hielo podría ayudarnos a buscar estas secuencias genéticas en otros entornos helados extremos. Marte, la Luna o, más cerca de casa, en el desierto de Atacama”.