El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha dado ahora un importante paso para avanzar hacia proyectos científicos y metodologías que eviten la utilización de animales en la investigación. Junto con la Fundación Franz Weber, una ong suiza de protección de los animales, la CNIO ha firmado un convenio para impulsar proyectos de investigación en los que se empleen técnicas contrarias a la experimentación con animales.

Entre esas alternativas, las más avanzadas son la utilización en el laboratorio de "organoides humanos" y técnicas basadas en la herramienta de edición genética CRISPR-Cas, considerada ya como uno de los principales avances de las últimas décadas en el campo de la medicina.

El convenio también servirá para poner en marcha el programa de ayudas postdoctorales "Amigos del CNIO-Fundación Franz Weber" y ofrecer a jóvenes doctores la oportunidad de desarrollar proyectos de investigación de excelencia que usen alguna de estas técnicas.UN ACUERDO EN FAVOR DE LOS ANIMALES

El acuerdo entre el CNIO y la Fundación Franz Weber llegó tras las denuncias sobre el maltrato y crueldad animal en el laboratorio que la empresa Vivotecnia tiene en Madrid. "Hemos entendido que la comunidad científica y el movimiento de protección animal deben dialogar para buscar los aceleradores que consigan reemplazar a los animales en los laboratorios; que los animales sienten también es un hecho científico innegable, y por eso creemos que este diálogo tiene futuro", señaló Leonardo Anselmi, director de la Fundación Franz Weber.

La directora del CNIO, María Blasco, subrayó la importancia de limitar el uso de animales "que sienten" y de evitar cualquier tipo de sufrimiento, también lamentó que las malas prácticas por parte de unos pocos puedan empañar el comportamiento "ejemplar" de otros y defendió una regulación estricta de la experimentación animal y los controles para detectar cualquier mal comportamiento.

Sin embargo, Blaco observó que hay aspectos de las enfermedades que no se pueden reproducir "in vitro", como el papel del sistema immunológico, la microbiota (los microorganismos que viven en el organismo y que determinan las enfermedades y las respuestas a los tratamientos), o el microambiente donde están las células.

Aun así, apuntó que el avance de la inteligencia artificial puede en el futuro integrar millones de datos sobre comportamientos "in vivo" y reducir el numero de animales usados en experimentación animal.

USO DE ANIMALES PARA EXPERIMENTACIÓN EN ESPAÑA

En España se usan cada año unos 800.000 animales vivos en la investigación, aunque durante los últimos años los principales centros y laboratorios han avanzado para cumplir con las tres "erres" que se imponen en los países más desarrollados: reemplazar (tratar siempre de encontrar métodos alternativos a los animales), reducir (rebajar el número de animales que se utilizan) y refinar (mejorar el trato que se da a esos animales).

La mayoría de los animales que se utilizan son roedores (sobre todo ratones); en menor medida peces, aves o conejos, y de una forma residual perros, gatos o pequeños macacos.