Una vecina de Viena encontró el jueves 8 de julio en su inodoro una serpiente de casi un metro de largo, la segunda que aparece en un retrete austriaco esta semana, después de que el lunes 5 un hombre fuera mordido en los genitales por una pitón reticulada albina, que se escapó de la casa del vecino y llegó a su baño por las cañerías.
Los medios locales informaron de que la mujer, de 68 años, llamó a la policía a las 16.00 horas cuando vio a una serpiente intentando salir de su váter, aunque el animal se escondió ante su presencia.
Las autoridades hicieron una primera visita a su casa, pero no encontraron nada y se marcharon.
Tres horas después, la vecina volvió a ver al reptil, tomó una foto y llamó de nuevo a la policía, que en esta segunda visita sí que pudo retirarlo y trasladarlo a un centro de conservación para animales.
Por el momento, según explicaron las autoridades a la agencia austriaca APA, se desconoce el lugar de procedencia de la pitón y su posible dueño.
Muere un hombre de 24 años por una mordedura de víbora
Además los medios informan de un tercer incidente que involucra a serpientes, en este caso con un trágico desenlace.
Un hombre de 24 años de la ciudad austriaca de Enns (Alta Austria), con amplia experiencia en el cuidado de reptiles y una gran colección de serpientes en su casa, falleció en el hospital horas después de ser mordido por una de sus serpientes.
Según informan las autoridades, la causante de la muerte fue una víbora del cuerno, considerada la especie más venenosa y peligrosa de Europa, que el joven tenía en su casa de forma ilegal.
Impiden la venta de una boa
La Guardia Civil del Seprona de Valencia intervino en la localidad de Manises una serpiente boa constrictor y denunció a un hombre de 41 años y origen español que la poseía sin documentación y había publicado un anuncio para venderla en una página web especializada en la venta de animales.
La operación fue posible en el marco del Plan de Acción Español contra el Tráfico Ilegal y el Furtivismo Internacional de Especies Silvestres, con la investigación de fuentes abiertas en diferentes redes sociales de ventas de animales, según informó la Guardia Civil.
Se pudo localizar así una oferta de venta de una boa constrictor imperator.
Una vez identificado el vendedor, los agentes solicitaron la documentación que ampara la legal tenencia del animal, así como aquella que le autoriza a la realización de operaciones comerciales con este tipo de animales silvestres.
Posteriormente, comprobaron que el presunto autor carecía de todo tipo de documentación que le permitiera llevar a cabo las actuaciones investigadas.
Se procedió así a la incautación del animal para su puesta a disposición de la Autoridad Administrativa competente. La boa quedó en poder de núcleo zoológico autorizado.