MADRID - La actriz británica Samantha Morton (Berkshire, 1989) es conocida por interpretar en Downton Abbey a Lady Sybil Crawley, la rebelde hija menor capaz de casarse con el chófer. Asimismo, ha trabajado en miniseries como Laberinto o The Outcast y en películas como Victor Frankenstein.

Ahora, vuelve con una segunda temporada “feminista” donde la mayoría de quienes la hacen son mujeres, como la propia actriz de Harlots: Cortesanas califica, que llegará a Cosmo el 18 de septiembre a las 22.00 horas.

Para quienes aún no hayan visto la primera temporada, esta consiste en una peculiar lucha. Margaret Wells (Samantha Morton) es la propietaria de un burdel que lucha por sacar adelante a sus hijas: Charlotte (Jessica Brown Findlay), una glamurosa cortesana que busca su independencia; y Lucy (Eloise Smyth), cuya virginidad se vende al mejor postor. En una ciudad y una época en la que la prostitución no era legal, las Wells rivalizan con otro burdel del Soho, que ofrece a sus clientes los mismos servicios pero con más refinamiento.

¿Esperaba que ‘Harlots: Cortesanas’ fuera un éxito’?

-Confié mucho en esta serie en cuanto leí el guion. Era excepcional por su reparto y las historias que cuenta, por lo que labuena acogida es lo más gratificante, porque lo que les ocurre a estas mujeres tenía que ser contado.

¿Qué impresión se llevó cuando finalizó la primera temporada?

-Creo que la serie es atrevida y a veces los espectadores pueden sentirse intimidados. Cuando estaba a punto de estrenarse, se habló mucho en internet sobre cómo iba a ser y si solo iban a mostrarse cuerpos desnudos para provocar. No es eso para nada. Cuanto más te introduces en las tramas, más te sientes atraído por las familias y la camaradería entre estas mujeres.

¿Qué se puede esperar de su personaje en los nuevos episodios?

-Seguiremos con el enfrentamiento entre dos familias, entre burdeles. Los nuevos capítulos mostrarán un mundo muy fracturado, donde la muerte y el engaño están por todas partes y en el que Londres es un lugar muy peligroso para las mujeres.

¿Por qué ‘Harlots: Cortesanas’ interesa especialmente a las mujeres?

-Todo se cuenta desde la perspectiva de las mujeres. La serie se centra en la industria de la prostitución y las trabajadoras sexuales pero también seguimos sus vidas y somos muy conscientes de lo que representaba para las mujeres de esa época ser independientes. La serie se aleja de cómo se ha representado la industria del sexo antes.

¿Es una serie feminista?

-No podría ser más feminista, de verdad lo creo. Pero que la escriban, dirijan, produzcan y protagonicen mujeres no es la razón por la que es una buena serie. Estoy deseando que llegue el día en el que no sea una sorpresa ni una anomalía en la industria televisiva. Creo que la forma en la que la estamos contando y los temas que abordamos es respetuosa y arriesgada. Se tratan temas difíciles y eso es admirable y emocionante, siempre con la mujer como protagonista.

En la serie los personajes masculinos son secundarios?

-He pasado gran parte de mi carrera hasta hace muy poco leyendo guiones en los que siempre pensaba que los personajes protagonistas eran los más fascinantes. Lamentablemente, siempre tenían un nombre masculino. Eso está cambiando, pero muy lentamente.

¿Qué es lo que más le sorprendió cuando se incorporó a esta serie?

-El uso de ciertas palabras para referirse a los genitales y la naturalidad con la que estas mujeres hablan entre ellas de sexo y abordan su situación. Pero lo que más me sorprendió fue la similitud de nuestras leyes en comparación con las de hace siglos: muchas veces me doy cuenta de que el mayor cambio es que ya no llevamos corsés y que las mujeres pueden votar, pero las actitudes hostiles hacia las trabajadoras sexuales, la industria de la prostitución y hacia las personas que deciden hablar de un abuso son muy similares, y es alarmante.

Es un drama histórico, pero también trata temas actuales?

-Estamos en una época muy interesante para contar historias como las de Harlots: Cortesanas, sobre todo en la segunda temporada ya que gran parte de la misma se centra en intentar luchar contra las personas que abusan de su poder, y ahora no podría ser más relevante.