Madrid - Es inquieta, tiene carácter a la hora de dar vida a un personaje o de enfrentarse a una entrevista como presentadora. Ha terminado la segunda temporada de El ministerio del Tiempo y está a la espera de saber si va a ser renovada. Cayetana Guillén Cuervo tiene también su espacio reservado en ¡Atención obras! y Versión española.
No se puede quejar de su vida laboral, está repleta de actividad.
-Siempre hago varias cosas a la vez y da esa sensación. No me puedo quejar, las cosas me van bien en ese sentido y me gusta estar en movimiento.
¿Inquieta?
-Sí. Me pasan las cosas por delante y si de verdad me gustan, las cojo, no lo puedo evitar. Al final, da la sensación de que hago muchas cosas a la vez. Me cuesta estar parada.
Sus proyectos son muy distintos.
-Es lo que pretendo, de esa forma voy cubriendo esos campos donde quiero estar y me siento más llena.
‘El ministerio del Tiempo’. ¿Cree que habrá tercera temporada?
-Ojalá. No se sabe nada aún. Que vuelva a haber elecciones y que se emita en una cadena pública tiene mucho que ver con la tardanza en renovar. A todo el equipo nos gustaría continuar, ésa es la verdad, pero aún no tenemos confirmación. Es una serie fantástica.
Con ‘El ministerio del Tiempo’ se produjo un fenómeno desconocido por aquí. Las redes sociales influyeron para hacer la segunda temporada y arrancaron la confirmación a TVE.
-Cierto. Hubo un fenómeno fan muy fuerte, se dieron cita en las redes sociales un montón de seguidores y creo que la cadena supo escuchar y se dio cuenta de que hay nuevas audiencias y que los tiempos están cambiando.
¿Hay resistencia de las cadenas a admitir los cambios que se avecinan en la forma de ver televisión?
-Hay nuevas audiencias y las televisiones tienen que admitir, si no lo han hecho ya, que hay personas que ven televisión a otras horas y de otra manera, hay ya muchas fórmulas: con descargas, en el teléfono, en el portátil, en la tablet o en el ordenador de mesa. Estamos en la era de la televisión a la carta que se descarga cuando al espectador le apetece. Así que es necesario revisar las audiencias para adaptarlas a los nuevos tiempos y nuevas demandas.
¿Cómo ve usted estos cambios?
-La demanda tiene que ver con la optimización del tiempo. Las jornadas de trabajo son distintas, la gente diversifica mucho los aspectos laborales, el modelo de familia ha cambiado y las rutinas también.
¿Creyó que ‘El ministerio del Tiempo’ iba a convertirse en un fenómeno social cuando se lo ofrecieron?
-Siempre supe que estaba en un proyecto distinto y estupendo, pero no tenía ni idea de que se iba a convertir en un fenómeno fan y que serían las redes sociales las que forzasen de alguna manera una segunda temporada. Es imposible saber qué reacciones va a provocar un producto.
Los lunes eran suyos y los martes de su hermano. ¿Han alquilado la cadena?
-Ja, ja, ja? Ha coincidido así. Estoy encantada de que los dos estemos trabajando, que haya sido en la misma cadena es pura casualidad.
¿Cómo ha visto la serie ‘El Caso’ y a Fernando Guillén Cuervo?
-Me ha dado una gran satisfacción ver que a mi hermano le ha salido bien esta jugada. Llevaba mucho tiempo queriendo levantar ese proyecto y quería hacerlo de la manera que lo han visto los espectadores en La 1; si no era así, prefería no hacerlo. Quería ser muy respetuoso con aquellos periodistas que trabajaron en ese tipo de información que fue compatible con la censura del franquismo.
¿Cree que lo ha conseguido?
-Sí. Es bonito ese homenaje a estos profesionales que se las ingeniaron para contar determinadas informaciones sin que el franquismo se interpusiera. Fernando quería reflejarlo como fue y sí creo que lo ha conseguido.
Además, la serie ha logrado que se reedite una revista de sucesos con el mismo nombre: ‘El Caso’.
-Es un lujo, se hace semanalmente y se están reeditando también ejemplares antiguos que se entregan con la nueva revista. Fernando está feliz de que esto haya sucedido, me alegro infinito por él, se lo merece.
¿Se siente más cómoda de presentadora o de actriz?
-No tengo preferencias, mi comodidad tiene más que ver con el proyecto: si está bien, me siento cómoda.
¿Es fácil acertar entre un proyecto u otro?
-No, por supuesto que no. Soy de las que haría todo lo que se pone por delante, pero hay que elegir. Acertar depende de muchas circunstancias. Mientras el proyecto esté bien, están bien el medio y el personaje que hagas, seas presentadora o actriz.
‘¡Atención obras!’ es un programa muy diferente.
-Es una maravilla. La 2 ha sabido condensar todos los rincones que tiene la cultura en un contenedor con un tono ameno y distendido, como tiene que ser la cultura; está muy bien.
Comenzó a trabajar hace treinta años, plasmar su trayectoria es imposible.
-Ja, ja, ja? Es verdad, siempre estoy trabajando, es una suerte poder hacerlo y no me voy a quejar de falta de tiempo ni de nada.
¿Cómo lleva la conciliación familiar?
-Bien. Intento pasar el mayor tiempo libre posible con Leo, mi hijo. Cuando estoy con él, no hay nada por medio. Mis padres han trabajado toda la vida y ha habido vida familiar.
Dicen de usted que es una mujer de carácter.
-También dicen que soy tímida. No entiendo muy bien qué quiere decir ser una mujer de carácter.
Que es rotunda, con ideas claras? Tener carácter no significa tener mala leche.
-Puede que sea todas esas cosas, no lo sé. Procuro tener las ideas claras pero siempre surgen dudas cuando tomas una decisión en el trabajo o cuando piensas que algo es de una u otra forma. Aun así, no sé si soy una mujer de carácter.