Exquisito poderío
Maserati cotiza al alza conciliando diseñoemocional y tecnología punta con valorestradicionales como el refinamiento y deportividad.A las esbeltas berlinas Ghibli y Quattroportesumará en 2015 el SUV Levante
MASERATI ha vuelto. Lalegendaria marca italiananunca se ausentódel todo pero, durante una época,ha permanecido en una especiede limbo comercial al que sólo seaventuraba una clientela selecta yentendida. Ahora, con rumbo yarmador renovados, la firmacomienza a recobrar prestigioponiendo énfasis en tres aspectosesenciales: la imagen, el rendimientoy la calidad. Su repertorio actualse basa en dos estilizadas y sugerentesberlinas escalonadas, Ghibliy Quattroporte, que se repartenmecánicas gasolina (330, 410 y 530CV) y diésel (275 CV). El catálogoMaserati se completa con el fascinantedúo de los GranTurismo coupéy cabrio. La firma confía suexpansión al éxito del crossoverLevante, que asomará el año queviene.
Si nos preguntan por el icono dela automoción italiana todos penautoak samos, sin dudar un instante, en ilcavallino rampante’ Sin embargo,cuando Enzo Ferrari aún buscabatrabajo tras licenciarse en el serviciomilitar, Maserati ya producíabólidos y ganaba carreras. Contoda probabilidad, los comienzosdel ‘commendatore’ estuvieron inspiradospor la peripecia vital deAlfieri Maserati, el joven emprendedorque en 1914 engendró la firmaque lleva su nombre.
En los sofisticados diseños de losMaserati contemporáneos, en susmateriales ultraligeros y en su tecnologíaaeroespacial, apenas sereconocen vestigios de aquellosorígenes en un modesto taller deBolonia. Quizá la minuciosidad deltrabajo artesanal y poco más. Lacentenaria marca del tridente ?elemblema fue copiado de la fuenteque aún preside la colindantePiazza de Neptuno -, ha pasado pormil avatares.
Encaramada a la montaña rusade la industria y la sociedad italianas,Maserati ha sobrevivido a unpar de guerras mundiales y a variascrisis económicas. Ensalzada undía y desahuciada el siguiente, haalternado éxitos sonados y estruendososfiascos. También ha cambiadobastante de domicilio (acabópor asentarse en Módena) y, sobretodo, de manos. El grupo Fiat, propietariodesde 1993, ha decididoahora apostar fuerte por su resucitaciónaprovechando las evidentessinergias con la prima, vecinay rival del cavallino.
La inflexión en su trayectoria sepercibe en la década pasada. Escuando llegan nuevos gestores conambiciosos planes de desarrollopara la marca. Pretenden transformarMaserati de anécdota en referencia.Con la calidad como señade identidad, quieren que los centenaresde clientes de antaño seconviertan pronto en docenas demiles. De momento avanzan porbuen camino y van cubriendo rumboal sueño de las setenta mil unidadesen 2020.
Los buenos resultados actualesguardan estrecha relación con elprogreso de la marca en esas facetasdecisivas del diseño y la fiabilidad.También con la presencia deuna escueta pero más vendiblegama de productos. En ese repertorioMaserati destacan dos, elQuattroporte y el Ghibli. El primero,que desempeña la función debuque insignia, es una suerte degran berlina (tiene 5,26 metros deeslora) con arrebatadora estampacoupé. Aristocrática por fuera ysibarita por dentro, esta máquinano esconde su acusado temperamentoy propone cuatro posiblesmotorizaciones. Son dos unidadesde gasolina consecutivas, V6 de 410CV y V8 de 530, y otra de ciclo diésel(V6 de 275 CV); todas ellas se vinculana transmisión automática deocho relaciones. Su tarifa comienzaen los 107.060 euros que cuestala variante gasóleo y culmina en los169.907 que reclama la más solventey mejor pertrechada