LOS ÁNGELES. La compañía californiana obtuvo un beneficio neto de 3.452 millones de dólares (unos 2.499 millones de euros), un 3,1 % más que en el mismo período del año anterior y sus ingresos ascendieron hasta 15.420 millones de dólares (11.160 millones de euros), lo que supuso un incremento interanual de un 19 %.

Estas cuentas, lejos de incrementar el valor bursátil de Google, llevaron a los inversores a deshacerse de activos del gigante de internet y sus títulos llegaron a perder más de un 6 % de su valor en las negociaciones realizadas tras el cierre de Wall Street.

La decepción inicial se fue moderando y una hora después del anuncio de resultados la caída se había reducido a la mitad.

En su balance, Google reflejó 11.304 millones de dólares de gastos atribuidos a sus operaciones, un 22,8 % más que hace un año, y confirmó una lenta pero continuada mengua de sus márgenes que, entre otras cosas, tiene que ver con la disminución de lo que los anunciantes pagan por su publicidad.

El llamado pago por clic bajó un 1 % entre el último trimestre de 2013 y el primero de 2014, pese a subir un 26 % en términos interanuales.

Detrás de estos porcentajes se esconde la evidente migración de los usuarios del entorno web convencional en una computadora, donde los modelos publicitarios están bien establecidos, al acceso a internet de forma principal a través del móvil y de las tabletas.

Las pantallas más pequeñas y el funcionamiento a través de aplicaciones complica la introducción de anuncios y el impacto de los mismos en el usuario final.

Como consecuencia, el modelo publicitario en portales de internet pierde atractivo mientras que el basado en móviles no termina de despegar.

Page aclaró en una declaración escrita que en el último trimestre la empresa hizo "mejoras en muchos productos, especialmente en móvil" y mostró su entusiasmo por el "progreso" de los "negocios emergentes" de Google.

El jefe financiero de la compañía, Patrick Pichette, reiteró que Google continuaba con su política de inversión a largo plazo en los costosos centros de datos y en adquisiciones, como la de la empresa de dispositivos domésticos Nest Lab que compró en enero por 3.200 millones de dólares.

El abanico de inversiones de Google en productos futuros va desde sus gafas inteligentes Google Glass, hasta sistemas de sensores, al automóvil con piloto automático y la tecnología de globos aerostáticos y drones para ofrecer servicio de internet en todo el mundo.

Pero los analistas desconfían de la diversificación de Google, que pone su dinero en proyectos casi de ciencia ficción sin garantía de que vayan generar beneficio en algún momento, mientras que su fuente principal de subsistencia continúa siendo la misma, la publicidad en internet, la que ahora busca su sitio en el móvil.

Un 68 por ciento de los ingresos de la empresa entre enero y marzo se generaron a través de sus portales de internet, un 21 por ciento más que en el mismo trimestre de 2013, mientras que sus ingresos totales cayeron un 2 % frente al período de octubre a diciembre.

El negocio de Google, además, tiene cada vez un origen más diverso ya que un 57 por ciento de sus ganancias llegaron desde fuera de EEUU Este porcentaje hace un año era de un 55 % y hace dos un 54 %.

En el último trimestre, además de la compra de Nest, Google acordó la venta a la china Lenovo por 2.910 millones de dólares de su filial telefónica Motorola Mobile, una cifra que es inferior en alrededor de 10.000 millones de dólares a la que pagó Google cuando se hizo con Motorola en 2011.

Motorola, ya como empresa de Google, no dejó de reportar pérdidas trimestrales durante todo ese tiempo. Entre enero y marzo contribuyó negativamente a las cuentas de Google en 198 millones de dólares, si bien Pichette se mostró satisfecho con el estreno del nuevo teléfono Moto G.