Washington. En 2013, los mayores de 65 años fueron el grupo demográfico que más creció en la mayoría de las redes sociales en Estados Unidos, incluidas Facebook y Twitter, un aumento que contrasta con una ligera disminución en el número de usuarios más jóvenes, según una encuesta del Centro de Investigaciones Pew divulgada esta semana.
De esta forma, los jóvenes ya no sólo comparten espacio virtual con sus padres o tíos, sino que también lo hacen con sus abuelos.
El sondeo de Pew revela que, aunque Facebook sigue reinando entre las redes, su alcance es tan grande que empieza a tocar techo y, además, un creciente número de usuarios ya reparte su tiempo entre varias redes sociales: son los signos del desgaste que implica su liderazgo.
Según Pew, el 71 % de los internautas estadounidenses tiene un perfil en Facebook, lo que supone un 4 % más que a finales de 2012, pero este incremento se debe únicamente a los mayores de 30 años y, sobre todo, a su expansión entre los mayores de 65 años.
El porcentaje de usuarios de la red creada por Zuckerberg mayores de 65 en Estados Unidos ha crecido un 10 % en el último año y ya alcanza al 45 % de los que navegan por internet con esa edad.
Este aumento contrasta con la disminución del 2 % (del 86 % de 2012 al 84 % de 2013) en los usuarios de entre 18 y 29 años, los que llevaron a esta aplicación a convertirse en el destino favorito en internet de centenares de millones de personas en todo el mundo tras comenzar como una página dirigida a estudiantes de Harvard.
A pesar de que los jóvenes siguen siendo, de largo, los principales usuarios de las redes sociales, los números no engañan: su potencial de crecimiento es mucho mayor en la tercera edad.
"La demografía de las audiencias de las redes sociales puede cambiar a lo largo del tiempo y, como en cualquier negocio, las redes que cambien con ellas prosperarán", asegura a Efe Tammy Gordon, vicepresidenta de la Asociación Americana de Jubilados.
"Las redes están más desarrolladas cuando incluyen generaciones múltiples y ciertamente tiene sentido incluirlas desde un punto de vista comercial", apunta Gordon.
Thomas Kamber, director y fundador del centro Servicios Tecnológicos para Mayores, se queja a Efe de que las empresas del sector sólo piensan en la gente joven y es difícil convencerlas de lo contrario.
"Es una lástima, porque los mayores son los que prueban la calidad de sus productos. Si diseñas para mayores, funciona para todo el mundo", afirma Kamber.
Gordon destaca que los mayores utilizan teléfonos inteligentes o tabletas, que juegan a los videojuegos y compran por internet, igual que las personas más jóvenes, y que, como ellos, recurren a las redes sociales para permanecer en contacto con familiares o amigos.
Este interés creciente por las técnicas más punteras de la gente mayor se ha forjado "en los últimos dos o tres años", según Kamber, quien hace diez años fundó una organización sin ánimo de lucro que ofrece clases de informática a jubilados en Nueva York.
"Cuando empezamos, nuestros cursos estaban centrados en el funcionamiento básico de internet y el correo electrónico, pero ahora nuestros usuarios nos piden aprender a utilizar Facebook y teléfonos inteligentes", comenta.
Para Kamber, este fenómeno puede atribuirse a que los mayores disponen hoy de suficientes nociones de informática para ello y a su voluntad de mantenerse activos.
"Quieren involucrarse en el mundo y la tecnología es una forma de conseguirlo. Están pidiendo más participación en la sociedad digital. Además, hace tres años casi ningún jubilado sabía utilizar un ordenador, ahora sí. Y manejarse en Facebook es el siguiente paso", abunda el director de Servicios Tecnológicos para Mayores.
En los tiempos de Facebook, cuando ya parecía que estaba todo visto, las tecnologías han seguido creando nuevas situaciones y por eso no es tan extraño que un nieto le dé al "me gusta" a una foto subida por su abuelo.