"Canalizaremos la necesidad que hay en la calle de comentar y protestar"

Vitoria. Klaudio Landa recalca que "abordaremos temas que preocupan a todos los ciudadanos e intentaremos canalizar opiniones de todas las ideologías que vayan surgiendo alrededor del asunto del día". El estreno se centró en los retos del Gobierno de Urkullu.

¿Cómo es la estructura del programa? ¿Será siempre igual?

Cada semana plantearemos una pregunta que será un punto de partida. Para responderla contaremos con una bancada de colaboradores fijos, que se irán alternando según los temas; también acudirán expertos o personas implicadas. Además habrá testimonios en plató que darán pie a entrevistas y también podrán intervenir algunos de los cuarenta invitados que ocuparán las gradas, que tendrán opción de opinar, de preguntar y de criticar. Va a ser un foro realmente amplio. Y hay más: salimos a la calle con las cámaras y recogemos las preocupaciones de la gente y, por último, recibiremos continuamente reacciones vía redes sociales y teléfono.

¡Ufff! Parece mucho 'tráfico' para organizar en directo...

Me gusta esa palabra, puede decirse que yo soy el vigilante de ese tráfico. Tendré que regular ese ir y venir de opiniones, lo que es un reto que me gusta; y a diario, en Ni más, ni menos, ya me toca distribuir o canalizar las intervenciones dentro de un tiempo de televisión.

Tiene que lidiar cada jueves con seis vías de información...

Sí, es muy variado. Además, el apartado que llamamos Testimonios me da opción a tener un tiempo de entrevista dentro del formato de debate; algo que me gusta, que profesionalmente me aporta mucho.

Usted ya tiene mucha experiencia en estos campos: repartir tiempos, rebajar tensiones e incluso en la entrevista personal, pero aquí se le junta todo...

A pesar de la experiencia, cada día es un aprendizaje y vengo a trabajar para superar nuevos retos. La escuela que te da haber hecho varios formatos distintos y mucho directo te aporta las tablas, pero siempre se puede mejorar. A Debatea he venido con esa intención.

¿Cada semana se abordará un tema monográfico?

Sí, pero serán temas amplios y nosotros intentaremos llegar a la concreción. Como va a haber mucha opinión -y quiero recalcar que de todas las ideologías-, eso hace que el formato sea dinámico porque hay que sintetizar.

Con tantas intervenciones, incluso del público invitado, no les podrán decir eso de "No nos representan"...

Precisamente una de las cosas que más me gustan es ese contacto con el público, que quienes vienen a ver el programa no sean solo espectadores. Todos somos ciudadanos. Estamos viendo que la gente cada vez comparte más sus preocupaciones y como profesional del periodismo me parece genial intentar canalizar todo eso. Espero que lo podamos hacer bien, es mi interés y uno de los retos que me planteo.

¿La inercia que tenemos puede llevar a que la mayoría de los programas aborden temas políticos?

Creo que estamos haciendo lo que la sociedad demanda. Parto de la experiencia de Ni más, ni menos, que ha ido evolucionando a petición del público, porque los espectadores reclaman esos temas. En Debatea queremos canalizar toda esa opinión que se encuentra en la calle a nada que se escuche; esos corrillos, esas conversaciones, existe una necesidad de comentar e incluso de protestar. A nosotros nos ha movido esa demanda que percibimos claramente en la sociedad vasca y creemos que en una televisión pública está más que justificado.

Ahora que se habla de revitalizar Euskal Telebista, ¿pesa más la responsabilidad?

Yo no lo considero como una responsabilidad que pesa. Hacer todo esto, y además en euskera, es también una oportunidad de hacer un trabajo por la normalización lingüística y de satisfacer la demanda de una audiencia euskaldun que necesita y tiene el derecho de tener espacios como Debatea.

¿Tiene algún presentador de debates favorito en la televisión?

Nunca he sido mitómano, intento aprender de todos los profesionales. Aunque no sea de debates sino más de entrevistas, Julia Otero tiene algunos puntos que me gustan. Y Mercedes Milá o Jordi González.

¿Es un género televisivo que le gusta como espectador?

Sí, tanto que a veces veo debates en idiomas que no entiendo, pero lo hago desde un punto de vista técnico: me fijo en la realización, los medios, la producción, el perfil de los participantes... Suelo ver canales alemanes o franceses -que en este sentido nos llevan años-, y te dan claves de la personalidad de cada país.

¿Hay muchas tertulias y pocos debates en la televisión?

Más que el debate lo que me gusta es el intercambio de opiniones. Yo lo concibo así, no como una pelea.

Poco a poco los espectadores van cambiando la imagen que tenían de usted porque ha ido pasando de los programas de verano, de fiestas y concursos, a espacios completamente serios.

No sé si alguien se ha podido sorprender, yo no. Conozco cuáles pueden ser mis facetas como profesional y esta es una de ellas. Tenía muchas ganas de hacer lo que estoy haciendo en esta última etapa y era un perfil que no había tenido ocasión de desarrollar. Tal vez me ha llegado en el momento perfecto porque uno va madurando.

Cuando la actualidad echa chispas, ¿no añora los tiempos de 'Arralde' y los espacios veraniegos?

Pues no, pero eso no quiere decir que los destierre, ni de lejos. Estoy contentísimo de los trabajos que he hecho, como todo el mundo con unos más que con otros; pero estoy muy a gusto ahora, aunque la actualidad a veces sea muy árida y complicada.

¿No va a ser muy duro para usted compatibilizar un espacio diario y otro semanal?

La ilusión me hace sentirme más motivado, tengo más ganas de trabajar si cabe. Hacer lo que estoy haciendo es mi pasión y nunca me ha dado miedo meter horas.

'Ni mas, ni menos' cumple dos años en febrero, lo que tal como están la tele y las sobremesas merece una celebración...

¡Cómo pasa el tiempo! La verdad es que algo tendremos que hacer. Si se piensa en cómo empezamos y en cómo estamos después de dos años, yo sí creo que es para celebrarlo y más en estos tiempos que corren.

¿Dónde está la clave del éxito?

Yo creo que uno de los aciertos ha sido ofrecer lo que no había en otras cadenas. Eso demuestra que el éxito que ha podido tener Ni más, ni menos es porque cada día intentamos dar lo que se nos demanda, y la sociedad en la CAV estaba pidiendo que se hablara de estos temas, que se pudiera escuchar a estas personas y opinar.