Vitoria. Mikel Iglesias solo tiene dieciséis años y una gran experiencia en el mundo de la interpretación. Es uno de los jóvenes que todas las semanas hacen reír y llorar a muchos espectadores en una serie que muestra un mundo adolescente real y duro. Vivir en un hospital y ver la muerte cara a cara, y mantener la esperanza en el futuro, es una combinación que produce vértigo. Mikel se rebela al principio para más tarde iniciar una lucha contra la enfermedad que le amenaza. Pulseras rojas está inspirada en la vida de Albert Espinosa, en su lucha y en la de los otros muchachos que compartieron con él experiencias de alto de voltaje en un hospital catalán. "Es alucinante que Spielberg se haya fijado en nuestra serie y quiera hacer una versión de ella", dice el joven actor.
¿Cómo ves a Ignasi, tu personaje?
El personaje empieza con una forma de ser y termina diferente. El hospital ya te cambia mucho, Ignasi va cambiando según va viviendo en el hospital.
Una serie muy dura, ¿no?
Tiene de todo. Es dura porque habla de enfermedades que a todos nos dan mucho miedo, la vida es así de dura y muchos chicos de mi edad viven esta situación de verdad. Se cuentan situaciones que tienen muchas lágrimas y también muchas risas. Quiere enseñar cómo se vive de verdad la enfermedad cuando eres joven y no entiendes por qué tu vida tiene que estar en manos de los médicos y cómo se vive atado a la cama o a una silla de ruedas.
¿Te ha costado interpretar a Ignasi?
Es un personaje que da muchas cosas: primero se rebela, va de listillo, pero va cambiando según pasan los capítulos, va evolucionado. Igual que el resto de sus compañeros, solo tiene una ilusión, curarse y salir cuanto antes de allí para hacer una vida más o menos normal. No me ha costado mucho interpretarlo porque siempre ha estado a nuestro lado Albert Espinosa; él con su experiencia me ha ayudado mucho, igual que el resto del equipo.
Ignasi se enfada mucho a lo largo de esta serie, tiene un carácter duro de pelar.
Ja, ja, ja… Se cabrea mucho, pero también tiene momentos muy tranquilos. Es comprensible, ¿no? Tiene catorce años y tiene que vivir en el hospital. Sus amigos de toda la vida siguen igual que siempre, siguen creciendo de forma normal, pero él no. Es lógico que se cabree mucho, pero luego se tranquiliza y trata de divertirse con lo que tiene y con sus nuevos amigos, los que viven una situación parecida en el hospital.
¿Cómo es la vida familiar de Ignasi?
Dura. Se lleva mal con su padre, no tiene madre, y se le viene todo encima. Todo lo que rodea al personaje es muy duro.
¿Qué desencadena la enfermedad que lleva a tu personaje al hospital?
Todo empieza con un golpe en el brazo, parece que no tiene importancia, pero le empiezan a hacer pruebas y ven que está muy enfermo y que tiene algo muy chungo.
Vosotros vivís la angustia de la enfermedad a través de la ficción, pero ¿os dais cuenta de cómo puede ser la realidad de muchos jóvenes de vuestra edad?
Sí, claro que nos la podemos imaginar. Albert nos explicó cómo había sido su historia y su historia sí que es de verdad. Él lo pasó muy mal, pero supo sacar lo mejor de su enfermedad. Fue muy duro para él y consiguió salir de todo aquello. Sé también que muchos chicos no salen, mueren, y nosotros queremos contar cómo es la experiencia dentro de los hospitales, cómo se vive, cómo se lucha y cómo es posible salir de estas situaciones.
Se ha convertido en un éxito en televisión.
Va muy bien en Antena 3 y ya vimos lo bien que funcionó en TV3. Va a haber segunda temporada y suponemos que irá también muy bien, pero nunca se sabe. La serie es una pasada y que Spielberg se haya fijado en ella parece realmente alucinante, una pasada, estamos encantados.
¿Qué te ha aportado esta serie?
Muchas cosas. Es un trabajo muy diferente a todos los que he hecho anteriormente. He madurado como actor y como persona, he aprendido muchas cosas y ¿sabes cuál es la más importante?
Dímela.
La vida, lo más importante es eso, la vida, y solo hay una. A veces nos preocupamos por cosas que no son importantes y dejamos de lado otras que sí lo son y a las que no damos su importancia hasta que nos las perdemos. Dentro del hospital vemos muchas cosas, la vida está pendiente de un hilo y no la valoramos hasta que no estamos en peligro. Sin Albert para explicarnos cómo es realmente vivir una situación como esta habría sido más difícil.