Los productores y pastores de ganado ovino, de ganado lanar tienen que esquilar sus ovejas todos los años cuando llega la primavera. Durante siglos, esta lana de oveja fue fuente de riqueza y base de toda una industria textil. Pero con el auge de otros tipos de tejidos, su importancia fue cayendo hasta que acabó entrando en barrena y ahora se considera un deshecho con el que no se sabe qué hacer.

La diseñadora alavesa María Clè Leal ha dado un paso adelante y ha presentado la colección Latxa de prendas de abrigo y complementos para esta temporada de otoño-invierno elaboradas con lana de oveja latxa. Clè mostró estas piezas en el museo Montehermoso de Vitoria.

La colección ‘Latxa’

Se trata de 10 prendas de sastrería tradicional y alta costura con abrigos, chaquetas, pantalones, bolsos y gorras, que conforman una colección de invierno "versátil y duradera". Con esta línea, explican desde la empresa de moda, “apuestan por un concepto donde la fusión entre la tradición y la innovación cobra todo el sentido para materializarlo en una experiencia cargada de valor y amor”.

Como raíz, un material noble, la lana de oveja latxa. “Una fibra primitiva, natural y de calidad que nos viste y arropa desde hace siglos. Nos protege, da calor, simboliza el hogar”, señalan.

De corte limpio, sencillo y sobrio. Con una mirada al pasado, “recuerda aquella ropa austera de antaño, esas prendas de trabajo que lo resistían todo y heredaban los que venían por detrás”, concluyen.

De esta manera, María Clè muestra un camino para poder recuperar el valor económico, textil y también cultural perdido de las 700 toneladas anuales de lana de oveja latxa que cada año se producen en la Comunidad Autónoma Vasca.

La reflexión de la moda de cercanía

La diseñadora ha puesto en valor el camino que han recorrido para confeccionar las prendas, desde la recogida de la lana, su almacenamiento, limpieza, su elaboración de manera ecológica y la investigación de mano de la textil Hiladura Arnau para mezclar el tejido con otras fibras y lograr que "la lana no pique".

Dentro de su filosofía de trabajo, ha explicado que "hay que defender que otra moda es posible y consumir de otra manera. Apostar por prendas atemporales, hechas con calidad y cariño y con respeto hacia el oficio y su cadena de valor", ha defendido. "El sector de la moda es muy contaminante y quería hacer lo contrario de lo que se está haciendo hoy en día, trabajar con productos de aquí", ha señalado Clè Leal.

María Clè Leal está formada por un equipo multidisciplinar de mentes creativas e inquietas que apoyan el diseño atemporal y versátil, así como la pasión por la investigación y el aprendizaje constante. Presentan sus colecciones sin seguir las fechas marcadas por la industria de la moda, apostando por el diseño de autor, las colecciones limitadas y ediciones numeradas. Por ello, producen bajo demanda.

Desde la firma abrazan la tradición para adaptarla “a nuestra realidad y miramos el mundo desde la amabilidad, la sensibilidad y el respeto. Escogemos minuciosamente nuestros materiales respetando siempre su naturaleza y colaboramos con pequeños talleres que comparten nuestra misma visión”, explican.

Por este motivo han participado en el proyecto Latxari del Gobierno Vasco con esta colección. Y en el que se trata de dar salida a parte de la lana de oveja latxa que se acumulan anualmente para generar "una nueva economía más respetuosa" con el medio ambiente.