'Dominique, nique, nique' en versión 3.0, y píldoras de 15 segundos. Fusión perfecta entre espiritualidad, 'smartphones' y misticismo. Bailes, 'challenges' y entonaciones que, realmente, son la hostia. La red social china, tras años de despendole, por fin ha hallado el camino de la fe. Y lo ha hecho gracias al Padre Damián, el primer tiktoker con alzacuellos, 'gafapasta' y peinado Justin Bieber. Ante una entregada audiencia de 115.000 espectadores, lo mismo enseña a santiguarse que resuelve dudas religiosas. ¡Todo un 'influencer'! Amén.

Ya lo entonaba el cura de mi pueblo, Alsasua: "Quien canta reza dos veces". Y si encima te marcas un buen TikTok, dicho acto de fe multiplica por cuatro. ¡O por veinte! Porque en los frívolos tiempos que corren, el efecto cascada puede tornarse imparable en redes sociales. Bien lo sabe el sacerdote Damián María Montes, el mismo que participó en el programa La Voz y, más tarde, en el famoso musical 33. El joven párroco de 34 años, moderno, gafapasta y flequillero (en esa misma línea que activó Justin Bieber en sus inicios) que se ha elevado como celebrity internacional. Como tiktoker de referencia. Dígase de aquellos perfiles que adquieren gran relevancia, posicionamiento e influencia en la conocida red social china.

@damianmariavoz Responder a @elenaa395 PADRE DAMIÁN ##padredamian ##damian ##padre ##cura ##tucuradeconfianza ##iglesia ##nombre? sonido original - Damian Maria Montes

Esa app de frases superpuestas, sonidos chistosos y bailecitos sin camiseta (por supuesto) que ha venido para "romper todos los protocolos de privacidad y aumentar el poder del gigante asiático mediante la suma de informaciones Big Data". Así lo defienden, al menos, los más conspiranoicos, los amigos del gran Iker Jiménez. Para el resto, gente plana y mundana, TikTok supone un Instagram avanzado. El Facebook de las nuevas generaciones. Un adictivo entretenimiento audiovisual en el que puedes consumir horas viendo los vídeos de Martita de Graná y de Naim Darrechi, un guapo moreno macarra con un meneíto de caderas absolutamente rompedor.

O del propio Padre Damián, nuestro protagonista, que no para de captar seguidores con sus vídeos exprés. Sus fieles digitales ya se cuentan por más de 115.000, y sus homilías semanales, con temáticas tan libres y diversas como "el sacramento", "San Pablo", "la escatología", "discípulo amado", "los mitos", "la teología"... aglutinan miles de corazoncitos, respuestas, debates y hasta colaboraciones. Algunas, en pantalla compartida, con el propio Bieber, de quien afirma que es "indiscutiblemente, un chaval con talento".

Lo cierto es que Damián, misionero redentorista que lleva más de un año en la parroquia de San Gerardo Mayela, en el barrio madrileño de Aluche, es un cura moderno. Nuestra versión masculina de Sor Cristina Scuccia, la monja ursulina y cantante italiana. Son esa pequeña parte de la Iglesia muy consciente de que a la institución le urge innovar, cambiar, hacerse TikTok. Porque como bien exclama Damián, "los jóvenes ahora están más cerca de las redes sociales que de los púlpitos".