La última cita fue hace tres años. Un paréntesis demasiado largo. Pero, por fin, el escenario de la Virgen Blanca y el Azkena Rock Festival se han vuelto a encontrar. Parecía mentira, ha costado mucho llegar a este momento, pero, por fortuna, el certamen y el mismo centro de la capital alavesa vibran juntos de nuevo. La idea siempre ha sido llevar hasta aquí un trozo de lo que sucede en Mendizabala, compartir con la ciudad propuestas que puedan gustar a un amplio abanico de gente.