La policía se ha incautado de más de 700 kilos de comida en mal estado lista para ser utilizada en varios comedores escolares y, después de más de mil inspecciones, se ha ordenado el cierre de hasta 13 cocinas y áreas de almacenamiento por presentar "deficiencias higiénico-sanitarias y estructurales".

Agentes del Comando de Carabineros para la Protección de la Salud (NAS) detectaron irregularidades en 257 comedores escolares de todos los niveles, desde la escuela infantil hasta instituciones universitarias, constatando 361 infracciones penales y administrativas, informó el cuerpo armado en un comunicado.

Las inspección más significativa tuvo lugar en Parma, donde lo agentes descubrieron que en un centro de preparación de comidas para toda la provincia de Reggio Emilia había cucarachas y excrementos de roedores en cámaras frigoríficas de almacenamiento de materias primas.

Los agentes han descubierto, además, un centro en la provincia de Taranto, donde se descubrió que el agua utilizada para la preparación de comidas procedía de una instalación conectada a un acueducto municipal cuyas aguas no eran aptas para uso humano.

La mayoría de las irregularidades respondían a deficiencias estructurales y de gestión en la preparación de las comidas, a la falta de trazabilidad de los alimentos y a la no comunicación de la presencia de posibles alérgenos.

Se han impuesto sanciones administrativas por 192.000 euros por incumplimientos en la gestión y conservación de los alimentos y por la falta de higiene en los locales de preparación de comidas y de conformidad en calidad y cantidad con los requisitos preestablecidos en los pliegos de condiciones.