El barco humanitario Geo Barents, fletado por Médicos Sin Fronteras (MSF), salvó hoy en el Mediterráneo central a 168 inmigrantes, el 65 % de ellos menores de edad que viajaban solos hacia las costas italianas.

Los inmigrantes viajaban hacinados en dos embarcaciones precarias de tipo neumático, interceptadas en la zona de búsqueda y rescate (SAR) que es competencia de Libia, informó la ONG en redes sociales.

Las autoridades italianas han indicado el puerto de Brindisi (sur) para poner a salvo a estas personas.

El flujo migratorio entre el norte de África y el sur italiano y europeo continúa, favorecido por las buenas condiciones meteorológicas del mar durante el verano.

En lo que va de año han desembarcado en Italia 106.023 inmigrantes, más del doble que en el mismo periodo del año pasado (52.558), según datos oficiales del Ministerio del Interior actualizadas hoy.

Ante esta oleada, el Gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni ha recurrido a la ayuda de los barcos humanitarios, los mismos a los que hasta la fecha acusaba de favorecer la migración irregular desde África.

Sin embargo, ayer decretó el bloqueo de tres navíos de salvamento por diversos motivos: por llevar a cabo más de un rescate, en dos de los casos, y por atracar en otro puerto distinto del asignado.

El Open Arms, de la ONG española homónima, quedará bloqueado 20 días por efectuar varias operaciones de salvamento cuando navegaba hacia el puerto asignado, Marina de Carrara (noroeste), donde ayer desembarcó a 195 personas que había socorrido los últimos días.

La misma sanción y por la misma causa ha sido impuesta a la nave alemana Sea-Eye 4, mientras que el Aurora, de la ONG alemana Sea Watch, fue sancionado por atracar en Lampedusa (sur) en lugar del puerto adjudicado.

Open Arms, a la que también se ha multado con 10.000 euros, lamentó una decisión que se produce después de que en el último mes el barco español haya colaborado en numerosos rescates con la Guardia Costera italiana.

"En el mar, las reglas parecen ya no tener ningún valor, a veces nos piden que tomemos el lugar de la Guardia Costera permitiendo siete rescates en un solo día, otras nos detienen y nos sancionan", escribió la ONG en redes sociales.

El gobierno de Meloni, que llegó al poder en octubre del año pasado con promesas de una gestión más dura de la inmigración, ha complicado las tareas de las ONG al obligarlas a hacer un solo rescate o enviarlas a puertos muy lejanos para desembarcar a los migrantes