El Tribunal Administrativo de Trento (norte de Italia) ha suspendido de nuevo, en esta ocasión hasta el 27 de junio próximo, el sacrificio de la osa acusada de haber matado en abril a un senderista y atleta Andrea Papi, al considerar que su peligrosidad no ha sido "plenamente comprobada" por "ninguna investigación seria".

La decisión de la corte vuelve a acoger favorablemente un recurso para salvar la vida de la osa "Jj4" presentado por varias asociaciones de defensa de los animales encabezadas por de la Liga Italiana Antivivisección (LAV).

El tribunal considera que "la medida de sacrificio se desprende de la afirmación de la peligrosidad del animal, pero este hecho no se evidencia en el decreto impugnado" y tampoco en se ha demostrado en "ninguna investigación seria al respecto", según explicó la LAV en un comunicado.

Aunque la corte señaló la falta de pruebas que demuestren la implicación del animal en la documentación presentada por las autoridades regionales que ordenaron el sacrificio, también reconoció la existencia de "motivos para creer que la agresión se debió a la presencia de oseznos que acompañaban a la osa".

Las asociaciones animalistas han reclamado que se reubique a la osa en un santuario "seguro", una posibilidad en estudio por parte del Tribunal, y que la suspensión del sacrificio del animal se mantenga al menos hasta el próximo 14 de diciembre, fecha en la que se celebrará el juicio sobre la muerte del excursionista.

"Las posibilidades de reubicar a los osos son concretas y reales, por lo que presentaremos ante la justicia los análisis en profundidad requeridos para llevar a los animales a un lugar seguro, asumiendo íntegramente los costes", aseguraron los animalistas de la LAV.

En la misma decisión judicial, el tribunal ha paralizado el sacrificio de otro oso, "Mj5", retenido en cautividad tras su implicación en otra agresión.

Una autopsia ordenada por la Fiscalía de Trento confirmó que el joven de 26 años que apareció muerto en un bosque de la zona del Macizo de Brenta, en los Alpes sudorientales, fue atacado por la osa, de 17 años y que ya había agredido a un padre y un hijo en 2020.

Sin embargo, el pasado 9 de mayo los veterinarios de LAV publicaron un informe forense en el que indicaban que "la mordedura sufrida por la víctima no sería compatible con las de la osa porque las hembras de esta especie tienen mandíbulas más pequeñas".

La osa, junto a sus tres crías, fue capturada poco después del hallazgo del senderista por orden de las autoridades locales, que decretaron también su sacrificio, pero la Justicia lo suspendió al admitir los recursos presentados por asociaciones animalistas que consideraban que la orden de matar al animal no estaba "adecuadamente motivada" y era un "gesto de venganza".

La osa "Jj4", que fue capturada en la zona del Macizo de Brenta, en los Alpes sudorientales, es descendiente de Joze, un ejemplar importado de Eslovenia y liberado en el Parque Natural Adamello Brenta como parte de un proyecto que trató de repoblar con osos las montañas italianas, hace 25 años.