- El mercado laboral en Polonia sigue demandando mano de obra y a pesar de que algunos expertos esperaban que los refugiados de Ucrania llenaran las vacantes, la barrera del lenguaje es un obstáculo y muchos de ellos no quieren quedarse en el país. La tasa del paro cayó en abril 0,2 puntos hasta el 5,2%, según informó esta semana la Oficina de Estadística polaca, mientras que los empleadores notificaron 100.400 nuevas vacantes a las oficinas de empleo.
Según datos de mayo de la auditora británica Grant Thornton, el mes pasado fueron incluso 300.000 las ofertas que se publicaron en los 50 mayores portales de búsqueda de empleo polacos, lo que supone un incremento del 9%.
Tras el inicio de la guerra en Ucrania, varios economistas y expertos afirmaron que la llegada de refugiados podría ayudar a aliviar la estrechez que experimenta el mercado laboral, una previsión que sin embargo no se ha confirmado.
Según los últimos datos de la guardia fronteriza polaca, se ha registrado la llegada de 3,57 millones de refugiados desde el inicio de la guerra, el pasado 24 de febrero, y la salida de 1,53 millones.
La ley vigente en Polonia permite a los ucranianos llegados tras la invasión rusa permanecer en el país 18 meses, un periodo durante el cual tienen acceso a la sanidad y a la educación y poseen el derecho a trabajar en condiciones similares a las de los polacos.
El equipo de Dlugosz, según el cual el 90% de los refugiados que llegan a Polonia son mujeres acompañadas de sus hijos, realizó una encuesta entre abril y mayo para la que entrevistaron a 737 personas.
Un tercio de los refugiados encuestados seguía trabajando de forma remota para compañías ucranianas, la mayoría de ellas del sector servicios, mientras que un 20 % había encontrado empleo en Polonia.
Del resto, la mayor parte declaró que les gustaría encontrar trabajo y que, si no lo hacían, no podrían permanecer en el país.