- El conservador independiente Péter Márki-Zay ganó ayer las elecciones primarias de la oposición en Hungría -en la que participaron seis partidos- tras el recuento del 60% de los votos, por lo que será el principal rival del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, en las legislativas de 2022.
Según informó la Comisión Electoral de la Oposición (OEVB) en su cuenta de Facebook, Márki-Zay, alcalde de la ciudad de Hódmezöváráshely (sur del país), obtendría el 58% de los votos, mientras que su rival, la izquierdista Klára Dobrev, logra el 42%.
Ante esta clara ventaja, Dobrev reconoció la victoria de Márki-Zay cuando aún faltaba el escrutinio del 40% de los votos emitidos en la segunda y última vuelta de estas primarias. “Felicité a Márki-Zay, él es el candidato de la oposición, le felicito de puro corazón, le deseo mucha fuerza. Lo apoyaré al máximo para vencer a Orbán en las elecciones”, dijo ante la prensa la candidata vencida. “Desde ahora hay solo una tarea, la de unirse” para lograr vencer frente al actual Gobierno, añadió. Así, Márki-Zay, el candidato común de la oposiciónque que les representará como líder de su futura lista unificada para desafiar a Orbán, resultó ayer elegido en la segunda vuelta de las primarias, celebrada entre el pasado día 10 y el sábado 16 de octubre. “La participación unificada de los votos presenciales y emitidos en línea fue de 662.016”, informó ayer la Comisión Nacional Electoral de la Oposición (OEVB) en un comunicado publicado en su cuenta de Facebook. Los organizadores aseguraron que la participación había sido más alta de lo esperado.
Los votantes fueron convocados para optar entre la izquierdista Klára Dobrev, de la Coalición Democrática, y el conservador independiente Péter Márki-Zay, dos de los tres más votados entre los cinco candidatos que concurrieron en la primera ronda, celebrada en septiembre.
En esa ocasión, Dobrev quedó primera con el 34,8% de los votos, por delante del alcalde de Budapest, Gergely Karácsony (27,3%), quien luego se retiró de la competencia, y Márky-Zay (20%).
Ponen así fin a un largo y arduo proceso en el que seis formaciones opositoras que abarcan un amplio espectro político, desde la izquierda a la extrema derecha, han acordado acudir juntas a las urnas en las elecciones generales de abril de 2022.
Además de un líder común a la jefatura del Gobierno, se presentarán también con un candidato único en cada una de las 106 circunscripciones electorales del país.
El objetivo de la estrategia es unir fuerzas para acabar con el régimen autoritario de Orbán y su conservador Fidesz, que gobierna con mayoría absoluta desde 2010.
Los sondeos previos vaticinaban un resultado ajustado entre Dobrev, eurodiputada y una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo, y Márki-Zay, actual alcalde de la ciudad de Hódmezöváráshely. La primera es muy popular entre la población de izquierda y en las últimas semanas ha intentado movilizar a los votantes del campo, donde cuenta con menos apoyo, a diferencia de Márki-Zay, que esperaba ser elegido también por conservadores y derechistas. Los seis partidos que participaban en estas primarias y que han configurado la lista única son: el Partido Socialista (MSZP), el Párbesz (Diálogo), la Coalición Democrática (centroizquierda), el liberal Momentum, el ecologista LMP, así como el derechista Jobbik, cuya inclusión ha sido la más polémica.
Surgido en 2003, este partido llegó a calificar a los judíos de Hungría como “riesgo para la seguridad nacional”, puso en duda el Holocausto, lanzó agresivas campañas contra los homosexuales y llegó a tener un brazo paramilitar de estética fascista, la llamada “Guardia Húngara”, que organizaba marchas con antorchas para amedrentar a la comunidad gitana del país. Ese discurso radical empezó a moderarse a partir de 2018, cuando el sector más ultra del partido abandonó la formación para fundar un grupo inspirado en el neonazi Amanecer Dorado de Grecia. “Hoy, una muy amplia mayoría de los votantes de la oposición ya ha aceptado a Jobbik. Ya no es el partido de antes”, explica Róbert László, analista del Instituto Political Capital en Budapest.
De hecho, el experto cree que Jobbik puede atraer al bloque opositor muchos apoyos de votantes de la derecha tradicional.
La fórmula de unirse todos contra el fuerte poder de Orbán tiene ya precedentes a nivel local. Funcionó en 2018, cuando Márki-Zay se impuso como candidato único al aspirante del Fidesz en las elecciones municipales de una de las ciudades consideras hasta ese momento un bastión de Orbán, y un año más tarde la oposición conquistó también los Ayuntamientos de Budapest y otras ciudades.