- La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) incluyó ayer al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en su lista de “enemigos de la libertad de prensa”, por lo que se ha convertido en el primer jefe de Gobierno de la Unión Europea en ser introducido. “Desde que el Fidesz de Viktor Orbán llegó al poder en 2010, el Gobierno ha aumentado el control sobre la prensa paso a paso”, aseveró la organización en un comunicado. “Las cadenas públicas han sido centralizadas a través del conglomerado de medios estatal MTVA, que también incluye la única agencia húngara, MTI”, recogía el texto.
En este sentido, la “prensa regional” se encuentra “prácticamente en su totalidad en manos de emprendedores y amigos de Orbán desde verano de 2017”. “En otoño de 2018, unas 500 empresas mediáticas progubernamentales se unieron para formar un conglomerado y coordinar así su cobertura”, lamentaba RSF.
La lista de “enemigos de la prensa” incluye 37 jefes de Estado y Gobierno que actualmente “representan la supresión de la libertad de prensa de una forma drástica”. Entre ellos se encuentran, además de Orbán, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, o el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán.
RSF ha acusado en varias ocasiones a Bin Salmán, precisamente, de cometer crímenes contra la humanidad en relación con el asesinato del periodista y activista Jamal. Por otra parte, la jefa de Gobierno hongkonesa, Carrie Lam, también está en la lista porque “en la región administrativa especial china, el Apple Daily, símbolo de la libertad de prensa, ha tenido que suspender sus operaciones”.
Sin embargo, la ministra de Justicia húngara, Judit Varga, condenó la decisión de RSF y la tildó de “lamentable”. “RSF, cómplice de los ataques contra Hungría, pone ahora a Orbán en la lista de enemigos de la libertad y lo culpa de causar un efecto escalofriante sobre los periodistas a pesar de los ataques diarios infundados contra el Gobierno desde la prensa”, aseguró en un mensaje difundido a través de Twitter.
La ministra de Orbán acusó a la organización de “pasar por alto” la “supresión de las opiniones conservadoras” en el este de Europa y lamentó que se esté creando así una “burbuja sin fronteras” -en referencia al nombre de la ONG-. “Únicamente el 45 por ciento de los alemanes considera que pueden hablar libremente y expresar su opinión, mientras que en Hungría hay pluralidad de opiniones tanto on line como fuera de Internet”, señaló.
Hungría no es sin embargo el único país donde está en cuestión la libertad de prensa. Así, según un informe publicado ayer por la ONG Respuesta Rápida a la Libertad de Prensa (MFRR por sus siglas en inglés), la libertad de prensa y los medios de comunicación se han deteriorado “de manera alarmante” en Eslovenia desde que Janez Jansa volvió al poder en marzo de 2020.
El Partido Demócrata Esloveno (SDS), actualmente en el poder, sigue una estrategia para “socavar” el periodismo crítico que pasa por remodelar el panorama mediático para difundir noticias favorables al Gobierno, señala la ONG sobre Eslovenia, país que ejerce este semestre la presidencia rotativa del Consejo de la Unión Europea (UE).
Según Laurens Hueting, del Centro Europeo para la Libertad de Prensa y Medios de Comunicación, el ataque por parte del Ejecutivo esloveno continúa en redes sociales, espacio que el primer ministro aprovecha para “insultar y degradar” a los periodistas “con los que no está de acuerdo”, llamándoles “mentirosos, propagadores de noticias falsas y mucho más”.
Las principales víctimas entre los profesionales de la información, señaló, son las mujeres, diana de insultos misóginos y sexistas.