Bruselas - Alexander Stubb y Manfred Weber afrontan los últimos días antes del congreso del Partido Popular Europeo (PPE), que se celebrará en Helsinki mañana y el jueves y del que saldrá el hombre que liderará a la formación conservadora en las elecciones europeas de mayo de 2019. Mientras Stubb ha apostado por una campaña al estilo americano, Weber se ha esforzado en los pasillos y despachos y está ganando el pulso. Las carreras de Alexander Stubb y de Manfred Weber para liderar el Partido Popular Europeo (PPE) han tenido muy poco que ver. Uno ha buscado los focos, una carrera a la americana, pidiendo un debate y los focos, mientras el otro se ha centrado en recolectar en pasillos y despachos los apoyos que necesita para convertirse en el cabeza de lista del PPE.
Una de las principales ambiciones de la Unión Europea es generar un ecosistema político propio: que las elecciones europeas sean eso, europeas, y no una forma de castigar o premiar al gobierno nacional de turno. Para eso se adaptó el sistema del spitzenkandidat, por el cual cada partido elige un cabeza de lista que se convierte en candidato a presidir la Comisión Europea.
El objetivo final era crear cierto sentido de elecciones nacionales en los votantes: cuando una persona vote por el PP español en las próximas elecciones sabrá que su papeleta servirá para que o Stubb o Weber intenten llegar a la presidencia del Ejecutivo comunitario. Y solo uno de los dos candidatos ha hecho campaña pública. Mientras que Stubb, unex primer ministro finés y titular de Asuntos Exteriores y de Finanzas, desenfadado, dinámico y triatleta, ha intentado realizar una campaña a la manera americana, con presentación de programa, numerosas entrevistas y una campaña en redes sociales, Weber ha hecho justo lo contrario. El alemán, que lidera la bancada del PPE en el Parlamento Europeo, se ha limitado a hacer lo que marcan los reglamentos del partido: recabar apoyos.
Mientras que el finlandés ha tratado de hacer una carrera mediática, el alemán se ha centrado en el trabajo de despacho. Y los apoyos han llovido para Weber, lo que hace pensar que el actual jefe del PPE en la Eurocámara será elegido como líder de los conservadores. Ha recibido el respaldo, entre otros, del Partido Popular español, de Forza Italia o del Partido Popular austriaco del canciller Sebastian Kurz, además de muchas otras pequeñas formaciones. De hecho Stubb ha intentado forzar en todo momento un debate televisado, de forma que ambos candidatos pudieran enfrentar sus programas, pero tanto Weber como el PPE lo han puesto difícil, aunque finalmente habrá un debate hoy miércoles, durante el Congreso.
Los perfiles políticos de ambos también son distintos. Mientras que Weber forma parte del ala conservadora del PPE, siendo miembro de la CSU bávara que en los últimos meses ha protagonizado un giro a la derecha, Stubb trata de aglutinar a los sectores más liberales.
Uno de los puntos donde hay claras diferencias es en el problema húngaro. Weber, que en septiembre votó a favor de la activación del artículo 7 de los Tratados contra Budapest, se ha mostrado el resto del tiempo muy cercano a la formación Fidesz del primer ministro húngaro Viktor Orbán. Stubb,por su parte, se ha mostrado más duro y cree que no puede formar parte del PPE si no respeta los valores europeos. Orbán ha anunciado su apoyo a Weber.