Londres - Un grupo de expertos británicos favorables a un Brexit duro presentó un plan radical para el futuro Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos y el Reino Unido tras la salida de Londres del bloque común, incluyendo regulaciones ambientales y de consumo y con libertad de movimiento entre los dos países para los trabajadores.
El plan se considera significativo debido a los estrechos vínculos entre las organizaciones que lo respaldan, como es el caso del ministro de Comercio Internacional británico, Liam Fox, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El texto del nuevo acuerdo comercial fue escrito por la Iniciativa para el Libre Comercio (IFT, por sus siglas en inglés), un grupo de expertos fundado por el eurodiputado euroescéptico Daniel Hannan, uno de los líderes de Vote Leave, y el Instituto Cato, un grupo estadounidense fundado y financiado por magnates de los combustibles fósiles y los principales donantes políticos de la familia Koch.
Hannan se muestra convencido de que eliminaría las barreras comerciales y “estimularía la innovación”, pero los activistas ambientales lo describieron como un “bajo nivel de libertad para todos”. Por su parte, el autor principal del mismo, Dan Ikenson, del Instituto Cato, manifestó que el documento es “algo idealista” y agregó que su enfoque sería “poner todo sobre la mesa, excepto los asuntos que serán políticamente más difíciles de superar”.
El borrador para el tratado de libre comercio ideal entre el Reino Unido y Estados Unidos iba a ser publicado el martes en Londres y en Washington, pero el Instituto Cato lo hizo accidentalmente en Internet antes de tiempo. En él, abogan por rebajar los controles del gobierno sobre el capital y los flujos de datos y llaman a que sea “más liberalizador que cualquier otro acuerdo de libre comercio en el mundo”.
De hecho, dicen que podría convertirse en un modelo para futuros acuerdos post-Brexit. Eliminaría los aranceles y descartaría el principio de precaución que ha guiado una gran parte de la regulación de la UE sobre los alimentos modificados genéticamente, los pesticidas y los productos químicos en los cosméticos. En el Reino Unido, los investigadores a cargo de elaborar el citado plan han tenido acceso excepcional a los ministros tanto del Ministerio de Comercio Internacional como al de la Salida de la Unión Europea.
Lograr un nuevo acuerdo comercial trasatlántico es uno de los objetivos clave del gobierno de May después del Brexit. Pero los británicos escépticos han expresado su preocupación por la apertura del mercado del Reino Unido a las importaciones de productos estadounidenses, incluido el pollo lavado con cloro, así como el sistema de salud público británico a las empresas de salud estadounidenses.
Pero Amy Mount, de Greener UK, lamentó como “inundar nuestros supermercados con pollo clorado, socavando a nuestros agricultores y reduciendo los estándares ambientales sería una forma extraña de recuperar el control”, que tanto defienden los Brexiters y recordó como Londres “se ha beneficiado de acuerdos comerciales que adoptan estándares altos, y como resultado, disfruta de alimentos de alta calidad y productos más seguros”. - Rita Álvarez