Londres - El Partido Laborista británico afronta su conferencia anual cercado por los llamamientos a apoyar un segundo referéndum respecto al Brexit, una posibilidad que la formación política no ha descartado del todo, pero que ha evitado secundar con firmeza. La postura oficial de la principal fuerza de la oposición británica ha sido hasta ahora no descartar por completo la celebración de una nueva consulta, si bien su principal demanda es que se convoquen unas nuevas elecciones generales en el Reino Unido.
La campaña People’s Vote (el voto del pueblo), que pide la celebración de ese plebiscito, quiere encontrar en el congreso anual que se celebra a partir de hoy en la ciudad inglesa de Liverpool el apoyo del aparato del partido para alcanzar su objetivo. Para ello, persigue que diputados y activistas que respaldan las demandas del grupo presenten una moción que consiga que la formación, liderada por el izquierdista Jeremy Corbyn, apoye oficialmente una nueva cita con las urnas.
El portavoz de Economía laborista, John McDonnell, aseguró ayer que la dirección del partido resistirá a la presión de las bases para respaldar una nueva consulta, ofrecerá un discurso similar al de la campaña electoral de 2017 y recalcará que el partido “acepta el voto original” a favor del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europa. McDonnell señaló que un segundo referéndum podría impulsar el “auge de la xenofobia” en el Reino Unido, aunque manifestó que no se “descartará” de forma tajante respaldar una consulta en el futuro.
Según un encuesta de la firma YouGov difundida esta semana, el partido de Corbyn podría sumar en torno a 1,5 millones adicionales de votos si apoyara esa convocatoria. Una posibilidad que, de materializarse, podría conllevar acusaciones de “oportunismo” y “falta de integridad” al partido. - Paula Baena Velasco