Londres - Las acusaciones de abuso sexual vertidas contra el exministro principal de Escocia, Alex Salmond, han situado al Partido Nacionalista Escocés (SNP) en un punto crítico, teniendo que lidiar en los Tribunales con el que fuera su máximo representante durante dos décadas.
Salmond presentó esta semana una querella contra el partido con el que dirigió Escocia desde 2007 hasta 2014, al considerar que éste no le permitió defenderse de forma adecuada durante la investigación interna que se ha llevado a cabo por los presuntos abusos sexuales hacia dos miembros del Gobierno en su época al frente del Ejecutivo.
El SNP ha denunciado ante la Policía los hechos, que supuestamente habrían tenido lugar en Bute House, la residencia oficial del primer ministro en Edimburgo en 2013.
Salmond ha negado de forma categórica estas acusaciones, que ha tachado de “ridículas”, y no solo ha tomado medidas legales contra el partido que ahora lidera Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia, sino que ha presentado su dimisión de la formación política. Con este gesto Salmond, de 63 años, ha querido adelantarse a los ataques de la oposición y a las presiones que, según indicó en el comunicado con el que hizo pública su renuncia este miércoles, habría estado recibiendo Sturgeon para suspenderle del partido. “No entré en política para facilitar los ataques de la oposición al SNP y, como el Parlamento vuelve la próxima semana, he presentado mi dimisión para disipar estos ataques”, aclaró. - Efe