Bruselas - Un Brexit sin acuerdo “no sería el fin del mundo”, aseguró Theresa May a un grupo de periodistas al inicio de su viaje a África. Las declaraciones de la primera ministra llegan después de una semana en la que los documentos de preparación para una salida sin acuerdo han levantado mucho revuelo en el Reino Unido. Además, coincidiendo con la publicación de dichos archivos, Philip Hammond, ministro de Haciendo, alertó sobre el posible impacto económico que podría tener sobre la isla.
Hay nerviosismo en Londres porque la posibilidad de un Brexit sin acuerdo es cada vez mayor y a la vez hay una falta de preparativos latente en los documentos publicados la semana pasada por el Departamento de Salida de la Unión Europea.
Según May una salida sin acuerdo “no será un paseo por el parque” pero tampoco se producirá un escenario tan negativo como el proyectado por Hammond que señaló que el Brexit sin acuerdo dejaría un agujero de 80.000 millones de euros en las finanzas públicas del Reino Unido.
“Lo que está haciendo el Gobierno es hacer preparativos para que, si se da esa situación, podamos hacer de ella un éxito, así como podemos hacer un éxito si logramos un buen acuerdo”, aseguró la primera ministra.
Los documentos publicados por el departamento de Dominic Raab, ministro del Brexit, no eran precisamente positivos: reflejan que aquellos jubilados que reciban su pensión mientras viven en otro país comunitario podrían no acceder a las mismas, y que los ciudadanos británicos viviendo en la UE podrían perder el acceso a sus cuentas bancarias. Además alertaba a las empresas de que se prepararan para mayores papeleos y colas aduaneras.
Pero en general buscaba relajar la tensión: sí, la vida será más difícil, pero los supermercados no se quedarán sin comida, uno de los efectos que se habían barajado. Sin embargo hay consenso en la industria en que habrá una importante interrupción en la cadena de suministro. - N.Alarcón (Aquí Europa)