Dublín/Roma - El papa Francisco volvió a pedir ayer perdón por todos los abusos cometidos por los sacerdotes, por las instituciones religiosas y por la jerarquía de la Iglesia en Irlanda, antes de la misa celebrada en Dublín para clausurar el Encuentro Mundial de las Familias. Inesperadamente, el Papa, antes de que iniciase la ceremonia, leyó un mensaje en el que pidió perdón ante los cientos de miles de católicos congregados en el Phoenix Park por los abusos de poder, de conciencia y sexuales cometidos por la Iglesia en Irlanda. Francisco explicó que ayer se reunió con ocho víctimas y que después de ello quería “poner delante de la misericordia del Señor estos crímenes y pedir perdón por ellos”.
Y comenzó el largo e intenso mea culpa de la Iglesia por los “abusos cometidos en diferentes instituciones dirigidas por religiosas y religiosos y otros miembros de la Iglesia” “Pedimos perdón por los casos de explotación laboral a los que fueron sometidos tantos menores”, añadió. Pedimos perdón, continuó, “por las veces que como Iglesia no hemos brindado a los supervivientes la comprensión, búsqueda de justicia y verdad con acciones concretas”.
También recordó cómo “algunos miembros de la jerarquía no se hicieron cargo de estas situaciones dolorosas y guardaron silencio”, y por ello siguió pidiendo perdón. “Pedimos perdón -continuó el pontífice argentino en su único discurso en español en este viaje- por los chicos que fueron alejados de sus madres, y por todas aquellas veces que se decía a muchas madres que intentaron buscar a sus hijos, a los que se les alejaba, que era pecado mortal, y por quienes buscaban a sus madres”.
Acusación Sin embargo su mea culpa venía ayer acompañado de la denuncia del exnuncio de la Santa Sede en Estados Unidos, Monseñor Carlo Maria Viganò, que pedía la renuncia del Papa al acusarle de conocer desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales que pesaban sobre el cardenal Theodore McCarrick.
Francisco aceptó la renuncia del que fuera Arzobispo Emérito de Washington a finales de julio después de que la justicia estadounidense diera crédito a diversas denuncias de abusos y encubrimiento contra McCarrick.
En una carta de 11 páginas que fue publicada ayer por algunos medios de comunicación, el arzobispo Viganò hizo públicas sus acusaciones contra el pontífice y además sugirió que otros miembros de la Curia han encubierto las acusaciones contra el cardenal estadounidense.
El 20 de junio de este mismo año, la Arquidiócesis de Nueva York reveló que una investigación sobre el presunto abuso sexual de McCarrick contra un menor apuntaba a que la acusación era “creíble y sostenible”. Tras el informe de la Arquidiócesis de Nueva York, los medios de comunicación estadounidenses difundieron nuevas acusaciones de abuso sexual o coerción a manos de McCarrick, siendo entonces obispo, a seminaristas y sacerdotes jóvenes.
La Diócesis de Metuchen y la Arquidiócesis de Newark revelaron que recibieron informes de que McCarrick estuvo envuelto en inconductas sexuales con adultos, y resolvieron dos casos con acuerdos financieros. - Efe