Lekeitio, encanto íntegro y tradicional
LEKEITIO- Asentado en la comarca de Lea-Artibai, Lekeitio es una de esas localidades de la costa que han sabido mantener con el paso del tiempo su encanto íntegro. Pasear por el puerto, la playa de Isuntza y la isla de San Nicolás en marea baja, son algunas de las posibilidades que ofrece esta localidad costera, a las que se le unen otras muchas como visitar el Faro Santa Catalina, habilitado como centro de interpretación basado en las tecnologías de la navegación, siendo el primer faro visitable de Euskadi o la Basílica de Andra Mari, con su magnífico retablo gótico bañado en oro, considerado el tercero más grande del Estado. Las propias calles del casco antiguo muestran a su paso un abundante patrimonio artístico, con una amplia representación de edificios arquitectónicos entre los que sobresalen los palacios de Uriarte, Oxangoiti, Uribarri y Abaroa. En la misma Plaza de la Independencia, destaca el monumento de Pascual Abaroa. - A. A.
Plentzia, preciada bahía
PLENTZIA - Es uno de los pueblos más accesibles de la costa vizcaina, muy cercano a la capital y al que se puede llegar en metro. A Plentzia no le falta de nada. Su preciada playa, de arena dorada con más de 300 metros longitud, su paseo marítimo, su puerto deportivo y su pintoresco casco antiguo, con una mezcla de edificios palaciegos, casas marineras, edificios religiosos y restos de la antigua muralla medieval, son los reclamos que hace que cada verano se acerquen hasta la localidad cientos de visitantes. Pero sin duda, es su Ría, uno de los grandes atractivos del municipio. Se trata de la desembocadura del río Butrón, la cual pasa por Plentzia desembocando finalmente en el mar Cantábrico.
Su paisaje queda dibujado por el ‘puente nuevo’, una pasarela atirantada de color blanco de 150 metros de largo (aprox.) diseñada por el ingeniero Javier Manterola y construida en 1991. Para completar la excursión, la localidad ofrece la posibilidad de visitar el Museo Plasentia de Butrón, en el edificio del antiguo consistorio, donde diversas maquetas de barcos muestran la evolución de la navegación - A. A.
Mundaka, paraíso para la práctica del surf
MUNDAKA - De sobra conocida por los aficionados al surf por su famosa ola izquierda, Mundaka posee un encanto excepcional. Su pequeño puerto se erige como centro de la villa, dando cobijo a su alrededor a algunos de los edificios de mayor interés como la Casa Consistorial o la iglesia parroquial de Santa María, una construcción de estilo renacentista que sobresale sobre la atalaya. La Ermita de Santa Catalina, del siglo XIX, es sin duda un lugar privilegiado por la belleza del entorno y su situación estratégica justo en la entrada de la ría de Mundaka. Las murallas que rodean la ermita son antiguos restos de un fortín de la misma época. El mirador de Portuondo y el Mirador de la Atalaya ejercen de naturales balconadas donde disfrutar de la belleza del paisaje. - A. A,
Sopela, fusión de playas y acantilados
SOPELANA - Acantilados de enorme belleza, playas salvajes, surf, formaciones geológicas..., Sopela es un regalo del litoral vizcaino. Las 3 playas que alberga, Barinatxe (conocida como La Salvaje), Arrietara-Atxabiribil y Meñakoz, ofrecen infinidad de actividades para el disfrute como la practica de surf, parapente o escalada. El Cinturón de Hierro, las vistas desde el monte Munarrikolanda y las peñas de Santa Marina juegan también un papel importante como otros atractivos de la localidad.