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“He aprendido cómo se quita la cabeza y la tripa a la anchoa de un golpecito”

Interpreta a Xole, una mujer que, ante la posibilidad de que se cierre la conservera en la que trabaja desde hace 40 años, se pone al frente del movimiento cooperativista y arrastra a sus compañeras.

“He aprendido cómo se quita la cabeza y la tripa a la anchoa de un golpecito”

GASTEIZ - Elena Irureta (Zumaia, 1955) está encantada de participar en la nueva serie en euskera de Euskal Telebista. Eskamak kentzen es la apuesta de la primera cadena para 2016 y una de los primeros programas en estrenarse. Se ha grabado en Miramon y los exteriores en Mutriku. Narra la vida de un grupo de trabajadoras, escabecheras, en una conservera con mal futuro. Xole no está dispuesta a que se tire por la borda el trabajo que ha realizado y que también hicieron su abuela y su madre. La serie cuenta historias de un mundo donde se destripa pescado a la vez que asuntos personales y se habla de temas que nada tienen que ver con el bonito y las anchoas.

¿Cómo es su papel?

Soy Xole, una de las trabajadoras de la conservera que más tiempo lleva en la empresa, cuarenta años. No va bien y el dueño quiere deshacerse de ella. Las trabajadoras prefieren una cooperativa para sacarla adelante.

Un reto difícil, ¿no?

Sí, de eso va la serie, de cómo se las van a ver las cooperativistas, que nunca han llevado una empresa. Los problemas son muchos porque no iba bien y hay muchas deudas. Xole ha luchado mucho para que las trabajadoras se animen a coger las riendas. Le da mucha pena que se deshaga el trabajo de tantos años.

¿Cómo se siente en el papel de Xole, la mujer que encabeza el movimiento en la conservera?

Ella está muy unida a ese trabajo en el que también estuvieron en su día su abuela y su madre. Me siento muy bien. Es la que tira del carro para que todo salga adelante, pero al final tienen que coger a una gerente, papel que interpreta Bárbara Goenaga.

¿Qué tal se llevan con ella?

Hay de todo. Ella tiene muy buenas ideas, viene de Nueva York. Es del mundo de las finanzas, sabe de qué va la cosa y nos va a ayudar.

¿Cuál ha sido el último papel en el que la hemos visto en televisión?

Algo que celebrar en Antena 3 y meses antes Ciega a citas en Cuatro.

¿Echa de menos Madrid?

En absoluto. Estaba deseando volver. Mi familia y mi casa están aquí. Si hay que trabajar allí, se trabaja, no sobran las ofertas. Pero para mí, volver a Euskal Telebista y estar en casa es un lujo. Terminar e irme a dormir a casa es una maravilla, algo que hace meses que no podía hacer. En 2014 estuve trabajando todo el año en Madrid y todos los días.

¿No venía los fines de semana?

Para volver el sábado e irme el domingo a veces no merecía la pena. Venía una vez al mes.

¿Cuánto tiempo hace que no trabajaba en ETB?

Unos añitos, lo último que hice fue DBH, también con K-2000.

¿Es más cómodo trabajar en euskera que en castellano?

Hablar en euskera es muy cercano para mí. También es verdad que hace tiempo que no lo hacía en televisión. Lo que sí puedo decir es que es un placer. Los exteriores los hacemos en Mutriku y aunque llegues a las siete de la mañana, ver los amaneceres en el puerto, con esa playita, ese muelle?, a mí me da vida.

¿Es diferente una grabación en ETB que en otras televisiones?

No noto la diferencia. En Euskal Telebista conoces a todo el mundo, estás más en casa. La forma de trabajar es más o menos igual, quizá en Madrid es más a destajo. Allí, entre pitos y flautas, trabajábamos todo el día. En la última serie que hice llegaba de noche y salía de noche.

Supongo que el ritmo de trabajo también es alto en ETB.

Sí, lo que pasa es que aquí vuelvo a casa y me resulta más relajado. El horario también es diferente, empezamos a las siete de la mañana y normalmente se termina para las tres de la tarde, a las cuatro estoy en casa.

¿Ha aprendido a hacer conservas?

He aprendido muchísimo. Ja, ja, ja? Por ejemplo, cómo se quita la cabeza y la tripa a la anchoa en un golpecito, sólo con girar los dedos. Tenemos unas compañeras muy especiales de Mutriku, ellas son o eran trabajadoras de una escabechera de verdad y nos han enseñado.

¿Hay más historias alrededor que las anchoas y el bonito?

Muchas. Como en todas las series, la trama central es una pero alrededor hay muchas cosas que contar. Me lo estoy pasando muy bien, incluso cuando estamos quitando cabezas y tripas todo el rato.

La veo montando una conservera.

Ja, ja, ja? No te digo que no. Me gusta el trabajo, es duro, es manual pero muy entretenido. Nunca había pensado que fuera tan agradable. Además, estás con más gente haciendo el mismo trabajo y charlando, me gusta más de lo que pensaba.

Vamos, que permite el cotilleo.

Es que de eso se trata de hablar, ¿y de quién vas a hablar? De la gente, de los vecinos, de las compañeras; sí cotilleo y divertido. También se escucha la radio y eso también da para comentarios. En la serie se utiliza el trabajo para contar las historias que hay alrededor. Supongo que en una conservera de verdad pasa lo mismo. Es un mundo aparte.

¿Se parece en algo a Xole?

Siempre te pareces al personaje que interpretas, buscas algo que te identifique. Yo siempre estoy a favor del personaje que me toca. Xole es muy práctica y un poco bruta.

¿Es usted bruta?

Sí, a ratos, pero no tanto. Práctica también soy. Su vida no es igual a la mía. Es madre de dos hijos, va a ser abuela y tiene un mundo familiar distinto al mío. Es un poco más mandona que yo. Se atreve a pegar a cualquiera que se le ponga por delante en la calle. Por lo demás, me parece una tía maja.