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Duelo en el plató

Duelo en el plató

los muchachos de Lara acertaron cuando hace más de un año decidieron programar en la noche del sábado, sabadete, un programa de política con políticos y marcha dialéctica similar a los duelos mortíferos de las pasadas películas del oeste norteamericano que nos hacían tragar horas de fuego, balaceras, tiros, rifles y demás artilugios de muerte que el hombre blanco ha inventado.

Nuestro Iñaki López, amamantado en las ubres de la televisión del Txori, ha sabido encontrar tono, estilo y personalidad como domador-moderador de trifulcas sin fin que incendian las noches de La Sexta y ha obligado a contraprogramar a Vasile en el mismo sentido de formato y contenidos.

En la última entrega de La sexta Noche, asistimos estupefactos a un duelo personal, violento, agresivo y maleducado entre una candidata de Izquierda Unida a las próximas elecciones autonómicas, Tania Sánchez y el subdirector de El Mundo, el ínclito y cínico Eduardo Inda que no hace más que pavonearse de su condición de periodista, como si ello fuera sello de permisividad y legitimidad para manejar la información y sus fuentes como le dé real gana y así, convertirse en el Salomón de la actualidad.

Política y periodista llevan una peculiar carrera de enfrentamientos cada vez más subidos de tono y calibre insultador, que llega a molestar al espectador ajeno a los pelillos personales que entorpecen el juego televisivo y llevan la tensión al plató con miradas asesinas, misiles dialécticos e insultos sin ton ni son, ensombreciendo la comunicación entre ambos jinetes de la noche política. Ni Eduardo ni Tania aportan poco más que barro mediático y la dirección debe reconducirlos o sustituirlos como ya ocurriera con el caso desgraciado de Alfonso Rojo que convertía cada trifulca con Pablo Iglesias en situación barriobajera e infumable en un medio de comunicación de masas.