Madrid. El premiado chef español Alberto Chicote ha logrado lo que pretendía: "Echar una mano a gente que está desesperada por salvar su restaurante" gracias a su labor de asesor de Pesadilla en la cocina, programa de entretenimiento que La Sexta estrena mañana jueves. "Tras 25 ó 30 años metido entre pucheros", el chef explicó ayer que Pesadilla en la cocina ha sido "una de las cosas más gratificantes y atractivas" que ha hecho en su vida.

El nuevo espacio de La Sexta está basado en Kitchen nightmares, un programa de telerrealidad con éxito en más de una veintena de países y que lanzó a la fama al cocinero británico Gordon Ramsey desde su estreno hace ocho años en Reino Unido, explica la cadena.

Alberto Chicote, considerado uno de los cocineros pioneros en España en fusionar la gastronomía tradicional con una nueva metodología ligadas a los avances tecnológicos, tras haber grabado ocho de las diez entregas de la primera temporada de Pesadilla en la cocina, explica que se siente "tremendamente feliz" porque "el resultado es muy bueno".

"Lo que se ve es absolutamente real", recalca el chef, que se ha encontrado cocinas llenas de grasa, un ratón dentro de un lavavajillas, alimentos caducados o alguna camarera que ingiere bebidas alcohólicas en horas de trabajo.

Chicote se ha llevado más de una "sorpresa" por la falta de "disciplina" y "limpieza" que ha hallado en los restaurantes que salen en Pesadilla en la cocina.

Y es que él concibe "la cocina" como "un espacio casi paramilitar" en el que no soporta "que se tomen licencias, que los trabajadores estén dormidos y que puedan, incluso, envenenar a gente que vaya al restaurante".

Producido por Eyeworks Cuatro Cabezas, "Pesadilla en la cocina es una travesía por el desierto desde un espacio desastroso a otro que no tiene nada que ver", comenta. El cocinero ha hecho el papel de asesor en "restaurantes que son fáciles de encontrar en el barrio, con gente que han roto todas las reglas y que han sido un auténtico desastre".

"La problemática" de esos negocios es que, básicamente, están a punto de cerrar y carecen de disciplina y comunicación de los empleados, limpieza o una decoración adecuada. Premiado como el Mejor Cocinero 2006 de la Asociación Madrileña de Restauración (AMER), Chicote explica que no tiene interés en "quitar el puesto a (Karlos) Arguiñano", si no que al contrario, "le debemos -recalca- que ha cambiado la forma de comer en este país".