La bebida más consumida en las navidades, sin tener en cuenta los cotillones y fiestas de fin de año, es el vino. Con una antiquísima tradición vitivinícola, Álava es un territorio con un número considerable de bodegas que continúan con este legado. La gran variedad de vinos, tanto alaveses como de otras regiones, permite maridar cualquier plato de nuestra cocina. Pero, ¿sabemos nociones básicas o cómo servirlo? Aquí van unos consejos.

Empecemos por cómo conservar el vino. Necesitan una temperatura constante que dependerá del tipo de vino. Los vinos blancos deben servirse entre 8 y 10º C, mientras que los tintos se recomiendan entre 12 y 16º C. Los rosados, por su parte, deben disfrutarse entre 6 y 8º C. Para ayudarte, las bodegas incluyen esa información en el etiquetado de las botellas. 

El lugar para guardar el vino también es importante. Elige un ambiente oscuro y sin ruido, olores, movimientos o vibraciones. La idea es que esté en un ambiente protegido del exterior. También es importante la posición. Siempre en horizontal. ¿Por qué? El motivo es que el vino se mantiene en contacto con el corcho y evitará que se seque, pierda volumen y deje entrar oxígeno en la botella. 

A la hora de servirlo, no hay que decantar todos los vinos. Es decir, servirlo en un recipiente más ancho (un decantador). Servirlo así o no depende del tipo de vino. Se puede hacer con aquellos vinos en los que sea necesario separar los posos del vino, oxigenarlo o porque es un vino joven y, al decantarlo, permite generar los aromas propios del vino.  

Una vez abierta la botella, el vino puede conservarse en el frigorífico varios días. Pero, el número exacto de días depende del tipo de vino: un blanco o rosado aguantarán unos 3 días, un tinto joven puede llegar hasta una semana y un espumoso entre 24 a 36 horas dependiendo del tapón.

Tenemos el menú pensado, pero ¿qué vino encaja mejor? Es importante tener unas nociones básicas de maridaje que ayude a realzar los sabores de la comida. Para los entrantes y aperitivos, los vinos ácidos, como los espumosos secos, son una excelente elección. En el caso de platos principales como carnes y asados, un vino tinto con cuerpo y estructura es ideal. Para postres y dulces, se recomiendan vinos dulces o de postre como, por ejemplo, un moscatel. 

Conocer nociones básicas de enología es el primer paso para saber qué vinos se aprecian más, cuáles encajan mejor con nuestros gustos y cómo maridarlos con las comidas y cenas en familia y con amigos.

El vino es la bebida preferida de los alaveses en las cenas de navidad Cedida

Una idea perfecta para estas fiestas es acudir a una bodega de las muchas que salpican el territorio alavés. En sus actividades de catas enseñan estas nociones básicas desde la práctica, qué debes buscar en un vino, cómo guardarlo y servirlo. La Ruta del Vino es una excusa perfecta para conocer mejor no sólo cómo elegir el vino sino también toda la cultura que hay detrás de esta tradición ancestral.