“Asusta cuando mides la calidad del aire interior y ves que está mucho más contaminada que la Gran Vía”

Cada vez estamos más concienciados de que los espacios en los que tenemos que estar y habitar tienen que ser lo más limpios y saludables posibles…

Así es, ya sabemos que hay comida ‘healthy’, pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de un edificio ‘HEALTHY’? Podríamos denominar a aquellos espacios que hacen un uso responsable de la energía que se utiliza para fabricarlo así como de los materiales que se emplean, pero lo más importante es que ponen a las personas, su bienestar y su salud en el centro de la reflexión. Cada vez estamos más concienciados de que debemos tener cuidado con lo que hacemos en nuestro entorno porque eso nos afecta, independientemente de que sea nuestra vivienda, nuestro lugar de trabajo o un lugar de recreo, como puede ser un restaurante.

Hemos hablado muchas veces de construir edificios eficientes, sostenibles, de consumo cero, pero ahora hablamos de edificios saludables, con aire limpio, ventilados correctamente… ¿Cómo se consigue?

Tenemos que hacer que nuestros edificios se comporten como un termo para que sean eficientes pero tenemos que respirar y para ello, necesitamos renovar el aire. Asusta mucho cuando mides la calidad del aire interior y descubres que está mucho más contaminada que la Gran Vía de Bilbao. Por ello, invito a medir (hay medidores de CO2 fáciles de conseguir) porque en el momento que empezamos a medir las cosas es cuando tomamos consciencia. Hay un dicho que reza “si somos lo que comemos, que lo hacemos cinco veces al día, ¿no seremos más lo que respiramos, que lo hacemos 24 horas?”.

“Si somos lo que comemos, que lo hacemos cinco veces al día, ¿no seremos más lo que respiramos, que lo hacemos 24 horas?”

¿Qué tecnologías utilizáis en ONHAUS para medir la calidad del aire, la filtración y la ventilación?

La medición de la calidad del aire se hace con medidores de CO2, medidores de formaldehído… Pero lo importante es preguntarse: ¿cómo debemos conseguir aire limpio dentro de nuestros edificios? La respuesta es que deberíamos tener las 24 horas las ventanas abiertas; sólo por estar en una habitación ya la estamos contaminando ya que estamos consumiendo el oxígeno y devolviéndolo en CO2. Por lo tanto, debemos ventilar constantemente de manera mecánica con un sistema de ventilación de doble flujo. Es decir, vamos a filtrar todo el aire que entra para eliminar los contaminantes, el polvo, los ácaros del exterior...

¿Cuáles son los mayores contaminantes del aire?

Uno de ellos es el CO2; otros son los que provienen de las combustiones, los CO. También es fundamental elegir bien qué elementos metemos dentro de casa; si cogemos muebles que emiten formaldehídos por sus pegamentos o aditivos nos estaremos alimentando de ellos y sólamente ventilando los podremos sacar fuera. Nunca deberíamos plantearnos una rehabilitación sin tener en cuenta renovar el aire interno, para ello se pueden utilizar los sistemas de ventilación de doble flujo. Pero en realidad, no se trata tanto de poner un aparato sino de que lo que vayamos a usar no contamine.

¿El aislamiento térmico es también un factor determinante para crear un espacio saludable?

Evidentemente, desde el punto de vista de la eficiencia energética no hay ninguna duda; la energía más limpia es la que no necesitamos. Ahora bien, es importante saber qué aislamientos vamos a utilizar. Si usamos aislamientos económicos pero que emiten formaldehídos tenemos un gran problema, sobre todo si va por la cara interior ya que acabará en el interior del hogar y será respirado por las personas. De ahí, la importancia de que estos aislamientos sean lo más saludables posibles.

“Debemos ventilar constantemente de manera mecánica con un sistema de ventilación de doble flujo”

Asimismo, en el País Vasco y Navarra tenemos grandes productores de madera o fabricantes de aislamiento de celulosa, que provienen del papel reciclado del periódico, por lo que además de darle una nueva utilidad resultan mucho más saludables que otros materiales. En ONHAUS acompañamos al promotor para asegurarle que el producto que elige llega al cliente final y al mismo tiempo acompañamos al usuario final a la hora de demandar los parámetros de una vivienda de calidad.

¿Cada vez hay mayor demanda de espacios ‘HEALTHY’?

Sí, se empezó a hablar mucho de las passivhaus, algo que nos ha servido para acercarnos a la eficiencia energética pero creo que la estamos superando. A día de hoy nadie se plantea hacer o comprar algo que no sea eficiente; ahora la siguiente pregunta es: ¿alguien se propone comprar o rehabilitar un edificio sin tener garantías de que va a ser realmente saludable? Cada vez más gente se va acercando a esta gran reflexión. En este sentido, las administraciones públicas locales, independientemente de su color político, están comprometidas con este desarrollo. Lo importante es que todos trabajemos de la mano para tener unos espacios mucho más saludables y, de aquí, que la colaboración público-privada tome una relevancia que hasta ahora no había tenido.

Recientemente has estrenado tu página web…

Me la acaban de crear. A raíz de mi libro ‘El nido que eres’, tuve la necesidad de canalizar todas estas reflexiones. Acabo de estar en una convención con grandes promotoras y todas ellas están buscando acortar la distancia entre el fabricante de producto y el promotor, para evitar que la picaresca del comercial juegue su papel en detrimento de la calidad del espacio. Estamos delante de una transformación social del sector tremenda y por ello invito a todos los usuarios a hacer esta reflexión; primero es importante informarse y en segundo lugar, antes de comprar, alquilar o rehabilitar un inmueble debe saber cómo va a medir la calidad del aire. Es necesario exigir espacios saludables demostrables, y eso sólo se consigue midiéndolos, con números.