La gijonesa acusada de no llevar a su hijo de 11 años al colegio durante el curso pasado ha justificado, durante el juicio celebrado en este día en el Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón, que el protocolo covid que aplicaba el centro escolar le parecía "una aberración" y que al menor, en los tres días que fue a clase con mascarilla, le dolió la cabeza.
Así lo ha dicho en su derecho a la última palabra, en el que ha explicado cómo al ir a verle al recreo vio que estaba en un "trocito de patio" rodeado de cadenas de las que no podían salir, además de que en la clase no se podían quitar la chaqueta ni el gorro por el frío.
"Me ha parecido una aberración", ha indicado la progenitora, que ha añadido que no sabe como los demás padres habían consentido que sus hijos fueran en esas condiciones al colegio. Asimismo, la procesada, que ha pedido su libre absolución del delito de abandono de familia, para el que le piden una pena de 1.920 euros, ha explicado que pidió en el colegio que su hijo pudiera ir sin mascarilla, pero no se le autorizó, y también que le mandaran las tareas y trabajos para hacerlos en casa y entregarlos online o llevarlos ella, sin que tampoco aceptara el centro su solicitud.
Sobre la decisión de que dejara de ir al colegio, ha indicado que venía con dolor de cabeza y lo achacó a la mascarilla durante la jornada escolar. Y si bien ha dicho que llamó al centro de salud, ha declarado que no le cogieron el teléfono y no insistió. "No me hace falta un pediatra para saber, si a mi hijo le duele la cabeza, por qué", ha agregado.
Ha asegurado, al tiempo, que al margen de esos tres días que le dolió la cabeza, ya no le dolió más desde que dejó de ir al colegio y no necesitó que le viera el pediatra. Tampoco le dio medicación para el dolor de cabeza. Asimismo, ha argumentado que no quiso correr el riesgo como madre de mandar a su hijo al colegio, además de indicar que el niño recibe clases particulares en casa, siguiendo los libros escolares.
Ha insistido, en este caso, que ella no tiene estudios a largo plazo de si al niño le iba a afectar las medidas del protocolo covid e incluso ha recalcado que su hijo estudiaba en casa "calentito", mientras que en el colegio lo tenía que hacer expuesto a corrientes de aire, con referencia a que las ventanas deberían de estar abiertas.Le dieron la opción de hacer los finales en junio
Por parte del centro escolar, ha declarado la directora del mismo, quien ha explicado que no era posible que el niño estudiara online porque no había una razón justificada. Sí que ha señalado que le dieron opción a hacer los exámenes finales en junio, pero no fue.
"La mamá comentó que el niño se agobiaba mucho con la mascarilla", ha apuntado la directora del colegio. Esta ha explicado que antes de ese curso, el niño se relacionaba con normalidad, mientras que ahora ha tenido que repetir curso. "No ha vuelto este curso, la situación es la misma", ha asegurado.
En la vista oral ha declarado, también, el padre del menor, quien solo está con su hijo los sábados al tener la madre la custodia y patria potestad. Este ha relatado que se enteró por su hijo de que no iba al cole, al preguntarle por las notas, y le indicó que no iba por la mascarilla; "que estaba incómodo", ha apostillado.
"No insistí", ha confesado el padre del menor sobre que llevara mascarilla para volver al cole. "Sé que le gustaría ir al colegio, porque es un niño, pero yo lo veo como siempre", ha sostenido el progenitor, quien ha afirmado que no puede hacer nada porque no tiene la custodia. "Si fuera por mí, no faltaba un día", ha remarcado, no obstante.
Otro de los testigos ha sido la profesora que le da clases particulares, profesora de Primaria y que es a su vez pareja de un hijo de la procesada.
Esta ha testificado que trabajaba con el niño por su cuenta, para ayudarle si tenía alguna duda, veían documentales, hacían trabajos, pero no seguía los libros. Y si bien ha apuntado que tenían clase dos días a la semana, cuando iba por la casa a veces hacían algo relacionado con los estudios.
Asimismo, ha reconocido que le consta que el expediente escolar del niño está parado, pero ha incidido en que el menor es "inteligente". También ha recalcado que se pueden repetir dos cursos en Primaria como máximo, por lo que pasaría ya a la ESO.
A preguntas del fiscal, la testigo ha apuntado que el niño sale a la calle y que es "súper feliz y normal", y ha indicado que cuando era obligatoria la mascarilla en la calle, la llevaba. "Se trata del bienestar del niño", ha señalado para justificar que el niño dejara de ir al cole. Sigue sin ir
Por parte de la Fiscalía, se ha mantenido la petición de pena. El fiscal ha sostenido que la madre ha incumplido claramente con sus obligaciones inherentes a la patria potestad, y el niño no ha ido a clase "sin ninguna causa que lo justifique". Sobre el hecho de no ir al colegio bajo pretexto de no aguantar todas las horas de clase en mascarilla, ha recalcado que a día de hoy no es obligatorio y sigue sin ir el niño.
En cuanto a que el niño podía pasar frío en clase por el protocolo covid, ha incidido en que todos los niños del país han sufrido esa molestia y todos los niños protestaron por tener que llevar mascarilla todo el tiempo. Sobre el dolor de cabeza, ha remarcado que no se molestó ni en llevarle al pediatra ni le hizo falta darle ninguna medicina. Es más, ha indicado que el pediatra del niño dice que no hay ninguna razón médica para que no vaya al colegio.
El fiscal, además, ha considerado que el riesgo mayor es que el niño se aísle en casa, ya que lleva un año sin poder relacionarse ni tener la formación adecuada. Sobre esto último, ha indicado que la enseñanza que recibe el menor en casa no suple al colegio.
Por todo ello, lo ha considerado un delito "muy grave" de patria potestad. Incluso ha apuntado que si no se pide la inhabilitación para la patria potestad es porque la figura del padre "tampoco es susceptible de otorgársela sin más", ha dicho. De este ha indicado que su actitud fue la de no involucrarse en el tema y no ir a las entrevistas ni en el colegio ni en servicios sociales.No hay un dolo de abandono para la defensa
Por parte de la defensa, la abogada, Alejandra Pérez, ha recalcado que los Servicios Sociales no vieron en su día desamparo, por lo que no entiende que ahora pueda ser condenada penalmente. Ha recalcado, además, que puede que su cliente no lleve a su hijo al colegio por un "celo excesivo", pero ha asegurado que no se ha desatendido de la formación del niño dentro de su capacidad económica. Por todo, ha considerado que no hay un dolo de abandono y cree que no se cumplen los requisitos penales para condenarla.
De acuerdo al relato fiscal, la acusada, nacida en 1969, ostentaba en el curso académico 2020-2021 la guarda y custodia de su hijo menor, nacido en 2009, de 11 años en el momento de los hechos, con el que convivía.
Durante ese curso académico, el menor solo acudió al colegio en el que estaba matriculado y cursaba estudios, en Gijón, los días 22, 23 y 28 de septiembre de 2020, ya que a partir de esta última fecha, la acusada tomó por sí sola la decisión de que el niño no volviera más al centro, sin que hubiera causa relevante alguna que lo justificara, bajo las excusas de que no quería que usara mascarilla, ni gel hidroalcohólico, ni que se le tomara la temperatura, como medidas de prevención ante el covid-19.
Al detectarse el absentismo del niño, el centro escolar y la Fundación Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón se pusieron en contacto con la acusada, llegando a tener una reunión con la misma, haciéndole saber de manera reiterada de la obligatoriedad de que el niño acudiera al centro escolar y de las consecuencias, incluso penales, de su conducta.