- El 85% de los españoles quiere que se regule de manera más restrictiva el consumo de tabaco y un 72% prohibiría fumar en las terrazas de bares y restaurantes, uno de los espacios de ocio más frecuentados a raíz de la covid, según se desprende de la encuesta anual de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).
Los resultados de esta encuesta, presentada en la Semana Sin Humo que se celebra del 25 al 31 de mayo, constatan que actualmente se da el “clima social idóneo” para que se regulen de manera más rigurosa los espacios relacionados con el consumo de tabaco, según la presidenta de la semFYC, María Fernández, que apremió a las administraciones a sacar adelante la nueva ley, aún en fase de borrador.
“Si la covid continúa siendo un problema de salud pública, no se puede dejar de lado el enemigo número uno que supone el tabaco”, ha señalado en rueda de prensa la presidenta de la semFYC, que recordó que en el Estado cada año 52.000 personas mueren de manera prematura por el consumo de tabaco. Una cifra “nada desdeñable”, según Fernández, y más teniendo en cuenta que la pandemia causó la muerte de 79.620 personas el año pasado.
Este año la encuesta de la semFYC, realizada sobre una muestra de 6.302 personas entre marzo y primeros de mayo, ha puesto el foco en la percepción social de la exposición al humo y es que el 84% de los encuestados considera que está expuesto a los perjuicios que supone el humo del tabaco.
Esa vulnerabilidad al efecto del humo la percibe el 80,6% de los no fumadores y el 71,8% de los exfumadores pero también es relevante entre los fumadores, ya que hasta un 52,7% se declara estar expuesto al humo ambiental en las terrazas.
Es por esa exposición por lo que el 72% estaría a favor de prohibir fumar en terrazas y un 28,2% ampliaría la restricción de no fumar hasta una distancia de 8 metros alrededor de las mismas. Además, al 56,8% le gustaría extender la restricción a espacios públicos abiertos; el 54% incluiría las playas; el 43,6% los coches de particulares y el 24,2% prohibiría consumir tabaco en la calle.
Por ello, y según Fernández, los encuestados han pedido que estos resultados se trasladen a los legisladores “para que inviertan en campañas educativas y de sensibilización en medios de comunicación, y también que se elimine la publicidad encubierta en cine, teatro, televisión e influencers”.
Con los resultados de la encuesta, la semFYC quiere movilizar no solo al legislador sino también a los profesionales de Atención Primaria para que realicen intervenciones preventivas y terapéuticas a los fumadores, y cuando el hábito es arraigado ofrecer tratamientos que deberían ser financiados por el Sistema Nacional de Salud.
Por su parte, la coordinadora de la Semana Sin Humo, Susana Morena, ha insistido en que se amplíen las restricciones en el uso del tabaco a los nuevos dispositivos electrónicos (cigarrillo electrónico, cachimba o dispositivos de tabaco calentado).
Y es que, según Morena, entre los más jóvenes hay una falsa percepción de que estos nuevos dispositivos “no son tan malos”. La encuesta también revela el perfil de quienes tienen este hábito. El 83,7% de los encuestados no fuma frente a un 16,3% que se declara fumador, de los que 9,9% consume a diario y un 6,4% de forma ocasional.
Los cigarrillos ya elaborados constituyen la forma de consumo habitual, seguida por el tabaco de liar. En menor proporción se sitúa el tabaco mezclado con cannabis, los cigarrillos electrónicos, los puros, el dispositivo de tabaco calentado y la pipa tradicional.