- El Ministerio de Sanidad ultima un ambicioso Plan Integral contra el Tabaquismo que introduce, entre otras cuestiones, la prohibición de fumar en vehículos particulares, el empaquetado genérico de las marcas de tabaco y busca equiparar por ley las restricciones a los cigarrillos electrónicos. El Gobierno español es consciente del retraso que lleva en sus compromisos en la lucha contra el tabaco, y ahora trabaja en un plan con cinco metas y 21 objetivos para recuperar el tiempo perdido.

Acaba de enviar el borrador de su Plan de Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, a las sociedades científicas y médicas, y también a las comunidades para que antes del día 15 de este mes presenten sus aportaciones. En sus 119 páginas, el Ministerio recuerda que ha transcurrido más de una década desde que se produjo la última modificación “sustancial” en las medidas sanitarias contra el tabaquismo y ahora “ambiciona lograr una generación libre de tabaco”.

Para ello y “antes del año 2023” se propondrá incrementar los espacios libres de humo -lo que incluye también cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado-, “especialmente en los espacios exteriores”, una referencia implícita a las terrazas de bares y restaurantes y a las proximidades de los edificios públicos. También a corto plazo y “a implementar en dos años”, el Ministerio de Sanidad quiere modificar el actual marco reglamentario, adaptando así toda la normativa contra el tabaquismo “a los cambios producidos en el mercado con la aparición de nuevos productos y logrando un avance en la regulación de los espacios sin humo”.

Estos espacios sin humo y “sin aerosoles de cigarrillos electrónicos” contemplan también “ciertos espacios del ámbito privado”, como los “vehículos particulares”. Además, se quiere atajar la cada vez mayor publicidad encubierta y las promociones en redes sociales y plataformas de todos estos nuevos productos.

Asimismo, Sanidad se plantea -vía Real Decreto- seguir la estela de otros países como Francia o Australia e implantar el empaquetado genérico de las cajetillas de tabaco, de tal forma que se quite el atractivo de las marcas. También quiere prohibir los aditivos que dan aroma en tabaco y productos relacionados.

Otra línea de actuación contemplada aboga por “impulsar la revisión de la fiscalidad para lograr un incremento y aproximación del precio de todos los productos del tabaco y de los dispositivos de calentamiento utilizados para su consumo”, así como “promover que se graven los cigarrillos electrónicos con impuestos especiales”. Y como novedad, incluye abiertamente la necesidad de buscar “alternativas al cultivo del tabaco” y consideraciones ambientales, como ampliar la prohibición de fumar en playas.