- El volcán de La Palma se encuentra en su máxima actividad desde que entró en erupción y se sigue superando día a día, con desbordamientos constantes de lava, nuevos puntos emisores, una sismicidad en aumento y las mayores amplitudes de la señal del tremor en un mes.
Se podría decir que “estamos en el punto de partida o en el momento de más actividad”, asegura David Calvo, portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), y eso que ya han pasado cinco semanas desde que comenzara la erupción en Cumbre Vieja.
Calvo juzga “un disparate” la emisión de 53.600 toneladas de dióxido de azufre medida el domingo, lo que da cuenta de la intensa actividad del volcán, que tiene abiertas cinco bocas eruptivas y diversos salideros por los que sale lava más líquida, y se contabilizan diez coladas.
En las últimas 72 horas se han acelerado los acontecimientos, con desbordes y roturas parciales de los conos principal y secundario, la apertura de fisuras y la caída de “grandes avenidas” de lava que por el momento están discurriendo de forma mayoritaria por la colada primigenia, la que llegó hasta el mar formando una fajana, que ha aumentado su tamaño.
Ese mayor flujo de lava por la colada que arrasó el barrio de Todoque ha rellenado las islas de vegetación conocidas como kipuka, y ha arrasado las viviendas que habían quedado indemnes, sobre todo en la zona de Alcalá.
Ese aporte extraordinario de lava también está llegando a las otras dos coladas que se aproximaron al mar, pero no lo suficiente para que avancen en su frente.
El resto de coladas están bastante frenadas, incluidas la procedente de la boca eruptiva más al sur, que se ha quedado detenida en la zona de Corazoncillo, en Las Manchas, junto a una planta fotovoltaica, y la que alcanzó la zona urbana del barrio de La Laguna.
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, indicó ayer que los nuevos centros de emisión surgidos en las últimas horas tienen “la dirección óptima” para que no causen daños materiales mayores.
Tanto es así que a pesar de esas grandes avenidas de lava la superficie afectada apenas haya aumentado en las últimas 24 horas en unas 5,1 hectáreas, para un total de 906,3, y las edificaciones destruidas, en 16, para un total de 2.162.
La mayor preocupación, apuntó Blanco, es que el cono principal sufra una gran deformación y eso influya en la dirección que tomen los ríos de lava. En cuanto a la sismicidad, el especialista del Instituto Geográfico Nacional (IGN) Itahiza Domínguez indicó a Efe que no se ve una evolución espacial de los temblores que se producen en La Palma ni una evolución clara de los mismos, con lo que no se espera que haya cambios bruscos como nuevas intrusiones volcánicas.
En la jornada del domingo se registró “muchísima sismicidad” en la zona entre 10 y 15 kilómetros de profundidad con un pico muy importante hacia las 16.30 horas, cuando la sismicidad se elevó notablemente y se produjo un terremoto de intensidad 4 a unos 10 kilómetros.
El comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) insiste en que en las próximas horas se pueden producir seísmos de intensidad 6, sin necesidad de adoptar más medidas de prevención que los consejos ya difundidos.