Pocos días de respiro ha propiciado la pandemia desde que a finales de febrero de 2020 tomara tierra en la geografía vasca. Únicamente 32 jornadas sin fallecimientos atribuidos al covid-19 durante todo este tiempo y un solo día sin notificar casos positivos de SARS-CoV-2, el 31 de mayo. Unas cifras que evidencian el impacto y la gravedad que el virus ha desplegado allá por donde ha podido. Las muertes, en consecuencia, se han ido encadenando al ritmo que ha marcado el patógeno a lo largo de este año y poco de pandemia.
Los picos y los dientes de sierra de los que tanto han hablado las autoridades sanitarias pueden leerse casi al detalle en esas estadísticas de positivos y fallecidos. También las mesetas, las curvas doblegadas y las poquitas jornadas con el contador a cero que la población vasca ha tenido. La última, precisamente, fue este pasado 19 de marzo; pero es que la anterior había sido el 5 de agosto. Es decir, 225 días seguidos en los que el covid-19 siguió matando en Euskadi. Aquel día de agosto significó, de algún modo, un punto de inflexión ya que la pandemia volvía a picar para arriba.
La lacónica incidencia de los meses de junio (66 muertes en todo el mes) y julio (12) había contribuido a desahogar las camas de enfermos más graves por complicaciones asociadas al covid-19 hasta que la pandemia giró por completo a finales de agosto. Y desde entonces, desde el 6 de agosto, sus estragos no han cesado, exceptuando esa jornada del 19 de marzo, a la que se llegaba arrastrando un dramático final de 2020 y arranque de 2021: 463 muertes en noviembre, 422 en diciembre y 410 este pasado enero.
La primera embestida del virus en Euskadi (433 fallecimientos en marzo de 2020) también queda para el recuerdo con un abril espeluznante a sus espaldas: 903 defunciones. El confinamiento y la desescalada pudieron frenar aquella mortandad y el panorama se despejó parcialmente en junio; lo hacía precisamente pocos días antes de que Euskadi recuperara su movilidad con Cantabria. Eso ocurrió el 19 de junio y el día 15 no hubo fallecimientos por covid-19. Era la primera jornada sin decesos desde el 6 de marzo de 2020; es decir, habían transcurrido 176 días seguidos sumando muertes.
Ese 15 de junio abriría un periodo de relativa calma e incluso hubo ocho jornadas consecutivas en julio (del 2 al 9) durante las que no se registraron defunciones vinculadas al maldito bicho. Los días de pax hospitalaria se salteaban en el calendario hasta que el 6 de agosto empezó a correr de nuevo el contador. En total, según los últimos datos facilitados por el Servicio Vasco de Salud, el virus ha provocado la muerte de 4.088 personas desde su estallido.
Casi un millar (910, en concreto) solo en Bilbao y 2.230 en el conjunto de Bizkaia. Es decir, algo más de la mitad (54,4%) de los fallecimientos provocados por la pandemia en Euskadi desde marzo de 2020 residían en este Territorio Histórico. De hecho, la onda expansiva de la pandemia está siendo de tal magnitud que únicamente 27 localidades vizcaínas no han tenido que lamentar fallecimientos a causa de esta enfermedad a lo largo de todo este tiempo. Así consta al menos, en la última actualización de una tabla estadística del Departamento de Salud.
Y en cuanto al número de casos de covid-19 detectados desde marzo de 2020, el 50% de las 173.725 pruebas diagnósticas positivas (89.432) son vizcaínas, frente a los 57.095 de Gipuzkoa (31,93%) y los 27.198 de Araba (15,21%), según datos facilitados por Osakidetza. La conjunción de esos datos (las 4.088 muertes y los 178.836 positivos totales después de sumar los 5.074 de personas de otras comunidades) se traduce en que, de media, el virus mata a dos de cada cien personas contagiadas. La estadística lo ha calculado, concretamente, en el 2,3%, aunque la letalidad depende muy mucho de la edad del enfermo, entre otros factores. Así, el mayor índice de mortalidad se sitúa entre los mayores de 90 años de los que fallece un 27,5% de los contagiados. De un total de 4.281 contagiados durante este año y pico de pandemia en ese tramo de edad, han fallecido 1.177 personas. La segunda tasa más alta corresponde a mayores de entre 80 y 89 años, con un 17,4%.
El último dato en poder del Servicio Vasco de Salud habla de 1.701 muertes de un total de 9.800 infectadas. La mortalidad baja notablemente entre los enfermos de covid-19 de 70 a 79 años (6,4%), con 747 fallecimientos de un total de 11.711 contagiados. El índice disminuye aún más en el caso de las personas de 60 a 69 años (1,7%), tras haber fallecido 300 enfermos de un total de 17.754 infectados. Ya entre los menores de 60 años, el colectivo de 50 a 59 años agrupa a 87 víctimas mortales (el 0,3% de los contagiados en ese tramo de edad); de 40 a 49 años han muerto 35 personas (0,1%); de 30 a 39 años han fallecido 12 personas (0,1%); de 20 a 29 años han muerto tres infectados, y una víctima mortal ha sido un menor de 9 años, según las estadísticas elaboradas por el Servicio Vasco de Salud.
Fallecimientos
32 días
Los últimos datos recogidos por Osakidetza reflejan que en marzo de 2020 hubo cinco jornadas sin fallecimientos: 1, 2, 3, 5 y 6. Las muertes por covid se prolongaron hasta el mes de junio, cuando solo libraron los días 15, 16, 19, 20, 24, 26 y 30. Y en julio la perspectiva fue mejor todavía con 22 días sin defunciones: 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13, 15, 16, 18, 19, 20, 22, 23, 24, 26, 27 y 29. En agosto fueron los días 3 y 5. Y desde entonces hasta este pasado 19 de marzo, primer y único día de 2021 en el que no ha muerto nadie por covid.