Las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech son "ligeramente menos eficaces" contra algunas de las variantes del SARS-CoV-2, en concreto las aparecidas en Reino Unido y Sudáfrica, por lo que podría ser necesario actualizarlas periódicamente para evitar una posible pérdida de eficacia clínica.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista 'Nature' y liderado por investigadores de la Universidad de Rockefeller de Nueva York, en Estados Unidos.
Según los experimentos realizados a partir de muestras de 20 individuos, la actividad neutralizadora de sendas vacunas de ARNm (ARN mensajero) se reduce por un pequeño margen contra las variantes del coronavirus que comparten la mutación N501Y (prevalente en el Reino Unido y Sudáfrica) y la que tiene la E484K (mutación presente, entre otros, en la variante sudafricana).
Para llegar a sus conclusiones, Michel Nussenzweig y sus colegas recogieron muestras de sangre de 20 individuos que habían recibido las dos dosis de la vacuna de Moderna (14 personas) o de la vacuna de Pfizer-BioNTech (6 personas).
Los autores constataron primero que ambas conducían a la producción de anticuerpos neutralizantes y observaron, además, que los individuos inmunizados con cualquiera de las dos vacunas producían anticuerpos estrechamente relacionados y casi idénticos.
Después, para determinar si estas funcionaban contra las variantes circulantes, los investigadores probaron las muestras de plasma de los 20 individuos contra virus que habían sido modificados para expresar una de las diez mutaciones de la proteína S del SARS-CoV-2 -la proteína que usa el virus para entrar en la célula-.
Éstas incluían las mutaciones N501Y, E484K y K417N, una combinación de las tres; el equipo constató que la actividad neutralizadora contra estas variantes se reducía entre una y tres veces.